Toby Krauze sigue emitiendo flatos analíticos en su espacio periodístico. No puede ser de otra manera, pues su capacidad no da para más y de paso no lo necesita: escribe lo que nuestra aristocracia lechera siempre espera de él. Lo comentaré con calma mientras avanza la semana. Sólo unas preguntas de adelanto: ¿cómo puede tener capacidad de síntesis un meco que para titular sus columnas ordinariamente usa un párrafo mamón? A la vuelta de su página aparece Monsiváis y uta, qué diferencia. Junto al Monsi, nuestro coterráneo Toby Krauze parece el idiotazo del pueblo. ¿Y su empleo del lugar común? Apenas ha escrito diez líneas y ya lleva tres frases cliché. Babotas.
Una preguntita extra: ¿alguien ha visto alguna vez que Toby critique a cualquier funcionario local? Pues no. Él es especialista en criticar a Stalin, Hitler, Somoza, Fidel, Clinton, Maximiliano, Juárez, Napoleón, López Portillo, Atila, es decir, personajes que ya no le pueden contestar. En pocas palabras escribe en parábolas, para no comprometerse. El tipo es un panqué Bimbo más antisolidario que George Bush. No por nada se gasta la fama de no obsequiar a nadie ni un cigarrillo. ¿Alguien lo duda? Se cree el prócer de las letras locales y ¿cuántos renglones ha escrito y publicado para estimular a un joven escritor? Esta es la respuesta: cero. Su mezquindad es cabal.
Y ojo: ciertos lectores criticarán el uso de insultos dedicados a nuestro querido Toby. ¿Y qué hace él? Sobre los inconformes con el cómputo, señala: “… algunos cavernícolas dicen que hay que contar de nuevo”. Superpendejísimo muchacho. Es como un simio con toga y birrete.