lunes, julio 10, 2006
Carlos, Neto y Madrazo
Fui de los que vieron y oyeron a un Madrazo muy amenazante cuando se acercaba el 2 de julio. Quedamos tan traumados con la tiranía priísta que tras las declaraciones de Madrazo sospechamos un posible resurgimiento de esa lacra. Pero no, el tabasqueño quedó más apaleado que Memín Pingüín (con diéresis) cuando los gringos se dieron cuenta de que existía. Su cara en la noche triste de las elecciones era el vivo ejemplo del tipo que se acaba de tropezar y se levanta sonriente para que sus testigos vean que no le pasó nada. Alguien dijo que ese rostro era idéntico al de Titino, el mítico muñeco del ventrílocuo llamado Carlos (quien además manejaba a otro monigote llamado Neto). Luego, el lunes 3, Madrazo apareció con un horrible saco de cuadritos, y con eso me quedó claro que en efecto en eso se convirtió el candidato del tricolor: en un penoso mono de ventrílocuo.