domingo, septiembre 30, 2007
Treviño y Allende, Torreón
Treviño y Allende, nueve de la noche, estudio de televisión del nuevo edificio de Multimedios; habla Félix Cortés Camarillo: “Jefes míos, compañeros, amigos todos: don Ricardo Cortés Castillo, mi señor padre, que en gloria está, no tengo la menor duda, me regaló de herencia algunas enseñanzas. La que hoy quiero compartir con ustedes seguramente la tomó de una vieja sabiduría, pero de todos maneras yo procuro cultivarla y respetarla. Me decía: ‘Félix, si alguna vez tienes que hablar en público, párate derecho, para que te van; habla claro, para que te escuchen; y habla poco, para que te aplaudan. Mencioné a mi padre, y no es casualidad. Multimedios, esta empresa a la que tengo el honor de pertenecer, cultiva diferentes valores tradicionales muy especiales; uno de ellos, el de la familia. Por eso nosotros, los que integramos esta empresa, este esfuerzo, nos sentimos parte de una familia muy unida, muy integrada, muy sólida, muy solidaria. Esta familia tiene hoy el orgullo, y agradece a ustedes que nos acompañan, de inaugurar estas instalaciones, de ponerlas en servicio aunque ya están trabajando desde hace rato. Y no porque sean, que lo son, instalaciones de una gran modernidad, eficiencia y eficacia, buen diseño, dignas, sino porque constituyen un primer paso de un experimento de eso que se mencionó hace un momento, de integración para darle concepto, realidad, a lo que dice el nombre de nuestra compañía: Multimedios, radio, televisión, periódicos, Internet, y como dicen los gringos, lo que venga mañana. Es un placer que este experimento se dé precisamente en este lugar, porque ustedes saben muy bien que en el centro de la república hay la tendencia a pensar que nosotros acá en el norte somos broncos, incultos, codos, y no hay nada más lejano a la verdad que eso, y en esta zona, en esta comarca lagunera que tiene tan peculiares características, es importante que Multimedios pueda hacer este plan piloto, de ensayar, poner bajo el mismo techo sus recursos de periodistas, de camarógrafos, de técnicos, de editores, de escritores, de gente de la computación y, como dicen los gringos, lo que venga después. Este experimento, que veo con enorme placer, qué está cristalizándose en un éxito, será punto de partida para repetirlo en la Ciudad de México, en Monterrey, en Guadalajara, en cualquier otro sitio en donde tengamos nosotros la oportunidad de hacer cosas, sobre todo de ratificar un compromiso, el compromiso de Multimedios con la comunidad, en este caso, la comunidad de la comarca lagunera, y con la comunidad mexicana, el compromiso de informar, el compromiso de la libertad de expresión, el compromiso de la comunicación y el compromiso del avance de nuestro país en todos los ámbitos. Muchísimas gracias por acompañarnos en este importante fecha; que estén ustedes muy bien”.
Tal fue el discurso que explicó oficialmente el sentido de las flamantes instalaciones que desde el 27 de septiembre de 2007, a noventa años de la fundación de La Opinión, arroparán los trabajos del Grupo Multimedios, es decir, del periodismo y el entretenimiento impresos, televisivos, radiofónicos e internéticos que con el nuevo edificio de usos múltiples y combinados se coloca a la vanguardia de la comunicación en La Laguna.
Más allá de la tremenda infraestructura, un logro en sí mismo y un regalo al aspecto de nuestra urbe, es importante destacar lo que muchos advirtieron: que las empresas dedicadas a la comunicación dependen del hombre, más que de la máquina. Esto significa que el nuevo edificio sólo alcanzará su verdadera dimensión en la medida en la que armonicen la tecnología y el talento humano, los nuevos aparatos y el compromiso de quienes cuidan el sentido social que es o debe de ser prioridad de toda empresa dedicada a la comunicación.
Felicidades a Multimedios, a todas sus vertientes hoy integradas en ese concepto de moda: sinergia. Que las palabras de Cortés Camarillo sean el mejor augurio de lo que venga para Multimedios.