domingo, junio 24, 2007
Torreón en spam
Si bien la mayor parte de las cartas basura (spam) que nos llegan al buzón electrónico son eso, basura, unas pocas contienen materiales de interés. No explico mucho por ahora. Sólo diré que me llegó un Power Point escrito con toneladas de errores formales (que aquí enmiendo), pero interesante porque pretende revelar caricaturalmente lo que somos. No creo que haya sido escrito por un fuereño; me parece, más bien, uno de esos curiosos ejercicios de autoflagelación a los que somos tan afectos. No destierro sus groserías, ingrediente fundamental del discurso (¿auto?)denigratorio. Que cada quien saque sus conclusiones, sí, pero no está de más advertir, como lo hubiera hecho Freud, que detrás de toda comunicación hay un resorte. Se podrá pensar, de manera simplista, que quien guisó “Un chilango en Torreón” sólo buscaba agraviar y divertirse. Hay una razón más profunda, por supuesto, y sería muy interesante que un buzo freudiano tratara de encontrar los mecanismos secretos que pudieron motivar la hechura de esta “ofensa”. Desde el punto de vista literario, atisbo en la vulgarota diatriba antilagunera lo que Borges en su famoso poema a Buenos Aires; la odia porque la ama, la ama porque la odia: “No nos une el amor, sino el espanto / será por eso que la quiero tanto”. En fin. Viene un fragmento del despotrique:
“Un chilango en Torreón
Torreón no es una ciudad para cualquiera. Aquí sólo viven hombres muy hombres y mujeres muy mujeres. A quienes ya lo conocen, felicidades; quienes no, que sepan lo que van a encontrar. Bienvenidos todos, siempre.
4 de diciembre: Hoy me mudé por fin a mi nueva casa en Torreón, Coahuila. Qué paz hay aquí, todo es tan tranquilo y tan bonito, y sobre todo no puedo creer la belleza del clima. Es increíble que sea una ciudad con tan poca gente. Renté una casa de cuatro recámaras, con una enorme sala, con doble altura y muy buen precio en la Colonia Los Azulejos (aquí les dicen fraccionamientos), que es como la Colonia Nápoles en México, con alberca y toda la cosa.
24 de diciembre: Esto es lo más bonito que he visto en mi vida. Ando haciendo las últimas compras de Navidad en shorts y camisa corta, inclusive traigo un bronceado chingón (ja ja ja, allá en la ‘capirucha’ están a 10 grados), aunque he oído unos comentarios sobre el verano de aquí, no creo que llegue a tanto, han de ser exageraciones... Cómo me gusta Torreón, pienso quedarme a vivir aquí hasta que muera...
27 de diciembre: Vinieron mis parientes del DF a pasar el año nuevo conmigo y están encantados; hacemos carnes asadas en el jardín y tomamos cerveza fría todo el pinche día, además aquí no hay ley seca ni en domingo y puedes sentarte en la banqueta de tu casa como si nada; a mis parientes los llevé a Raymundo, inclusive mis papás ya están haciendo planes para comprar una casa para cuando se retiren; están encantados porque han desaparecido sus reumas y se sienten muy bien, sobre todo están sorprendidos porque aquí no se acostumbra encender la calefacción o chimenea y andas con los vidrios abajo sintiendo el aire fresco... ¡Qué bonito es Torreón!, la verdad... ¡esto sí que es vida!
15 de febrero: Hoy entró un viento cañón, en la noche no podía dormir del ruido. Aquí les dicen ‘las tolvaneras’, qué simpáticos los laguneros con sus palabras domingueras... ¡son a toda madre!
3 de marzo: ayer me compré un automóvil, escogí uno negro con interiores de piel genuina y con el clima que hay aquí bien valió la pena haber escogido la opción con quema cocos, total aquí sí se desquita la inversión, una maravilla; salgo a pasear con mis hijos por la Central, disfrutando de la vista, llegando a Raymundo en veinte minutos... si vieran el río, esto se está pareciendo al mar mediterráneo, hasta estoy muy orgulloso de mi auto, la gente se me queda viendo extrañada, pero ha de ser de pura envidia... 'ches nacos Laguneros, no saben aprovechar sus riquezas naturales...
19 de abril: Acaba de pasar Semana Santa, es la primera vez que veo que llueva y se ponga nublado, pero sólo fue por dos días, ya salió el sol y todo volvió a la normalidad.
4 de mayo: Hoy al medio día sentí un poco de calor, agradable, hasta eso, sudé un poco pues tuve que caminar un trayecto hacia mi auto, pero en cuanto puse el clima me refresqué, como ya estamos a casi mediados de año pues yo creo que este será todo el calor que hará; aparte, apenas y lo sentí y sólo fue un rato a medio día, volví a Parras y lo disfruté mucho.
15 de junio: Ya comprendí por qué la gente me veía raro en mi carro, ¡es un pinche horno el cabrón! No puedo ni agarrar el volante, tengo que subir un trapo húmedo, además ya el doctor me recomendó una pomada para las almorranas por los pinches asientos de piel se ponen como el infierno; la refrigeración tarda mucho en enfriar, ya he cambiado tres veces de desodorante porque el que me pongo nomás no funciona, a los 10 minutos ya huelo a pepenador... lo bueno es que en mi casa tengo aire acondicionado y por lo menos duermo y como a gusto... ¿pues que nunca llueve en este pinche lugar?
09 de julio: Salí para mi trabajo a las 7 de la mañana y ya sudaba como un pinche cerdo. La Hidalgo estaba hasta el copete, con eso de que están arreglando los baches, que son unos pinches cráteres los cabrones, a mi puto auto se le madreó un rin, y por el excesivo uso del aire acondicionado me dejó tirado en un estacionamiento con la batería muerta; cuando fui a cambiarla por otra a las 2 de la tarde, sendos chorros de sudor corrían por mi espalda, ¿ah, por qué a esas horas no hay ni un puto lugar abierto, aquí todos duermen siesta de 2 a 4 de la tarde, huevones hijos de la chingada. Como tuve que cambiarla yo mismo duré tres días en cama con suero por la deshidratación. Cuando mis niños se portan mal los amenazo con sacarlos al parque al medio día. Con una chingada, ¿qué no llueve aquí?
28 de julio: Ayer llovió y lejos de mejorar las cosas las empeoró... ¡este pinche lugar es una vaporera! Casi no puedo respirar, me la llevo encerrado en mi casa todo el fin de semana y para acabarla de chingar me llegaron ¡$8,000 pesos de la luz! Además las pinches calles, como no están preparadas para la lluvia se volvieron albercas públicas, con un hedor, ¡puta madre! ¡Cañón...! Estuve sitiado en mi casa tres putos días porque para acabarla de chingar, llovió de a madres y según dicen que hace 13 años que no llovía en La Laguna (cual pinche Laguna, si ni agua hay). Puta suerte, y aparte los pinches trácalas de CFE me cortaron la luz cabrón, y con este puto calor; ¡ah! pero de seguro que ni se va a notar en el próximo recibo. Mejor me fui al río buscando refrescarme, al fin que ni escuela hubo. ¡Error! Me picó una araña en los huevos, los moscos parecían aviones y el calor hacía que se me derritiera el cu…, no servía el aire acondicionado de la casa que me prestaron, por lo que a las 2 de la mañana no pude más y me regresé con la familia... los niños chillaron y berrearon por todo el camino. Y los pinches laguneros como si nada, hasta tomando cerveza en el Golfito estaban los cabrones... y hasta se ponen jeans! Han de tener los huevos pegados.
12 de agosto: Hoy estuvimos a 45 grados centígrados ¡y eso es a la sombra! El más chico de mis hijos sé cayo en la banqueta y sufrió quemaduras de tercer grado. ¡¿Pero qué es esto?! La gente de aquí cuando se muere no se va al infierno... ¡vive en él toda su chingada vida!
22 de agosto: Ya no soporto más, la gente aquí me dice que aguante, que en noviembre empieza a cambiar el clima; ni madres, ya entregué la pinche casa y me regreso al DF, me vale madre la chamba que tenía. Viva la pinche contaminación y el tráfico, prefiero morir asaltado que quemado en un semáforo del infernal bulevar Miguel Alemán.
¡Que chinguen a su madre el calor y el sol de La Laguna! ¡Y que viva México y sus pinches segundos pisos y el Metrobús, aunque no sirvan para puta madre! ¡Que viva la inseguridad y todos los putos secuestros! ¡Quédense con su pinche eje vial de la chingada! Yo prefiero el periférico...
Adiós, Torreón querido,
de tus cerros me alejo
si vine fue por jodido
y si vuelvo es por pendejo.
Cerros secos y pelones,
un río lleno de cagada
una bola de cabrones
y un calor de la chingada”.