Ayer firmé la “Declaración del Centenario, por nuestros ríos, por nuestra agua y por nuestra vida”. Lo que más gusto me dio fue leer los nombres de muchos laguneros que, comprometidos con su región, han adherido a esta causa y supongo que seguirán luchando para impedir la muerte de nuestros acuíferos, esfuerzo en el que va de por medio el futuro (casi el presente, porque el desastre ya nos pisa los talones) de la comarca. Transcribo la declaración e invito a los lectores a sumar su firma en www.petitiononline.com/lag100.
“Al tiempo que Torreón llega a sus cien años, como antes llegaron ya Ciudad Lerdo y Gómez Palacio, renovamos nuestro compromiso con los valores y con el espíritu que dieron origen a La Laguna.
Hoy reconocemos que el amor por nuestra comarca no es un concepto abstracto o restringido sino que también incluye un compromiso por el bienestar de nuestro planeta.
Las generaciones futuras nos juzgarán por nuestro éxito o nuestro fracaso en el cuidado de nuestro entorno. Por ellos, por nuestros hijos y nuestros nietos, tendremos que hacer nuestro mejor esfuerzo.
Los abajo firmantes nos comprometemos: A reconocer que vivimos en tiempos críticos. Debemos ser activos y enérgicos para lograr que se den los cambios necesarios –de acuerdo a la ciencia y no a consideraciones políticas– para detener el deterioro y la sobreexplotación de nuestros acuíferos y de nuestros ríos sin importar lo difícil de la tarea.
A ser ciudadanas y ciudadanos activos exigiendo a nuestros gobernantes que tomen medidas urgentes e inmediatas y exigiendo a los candidatos a puestos de elección que se comprometan en promulgar leyes que establezcan un aprovechamiento sostenible del agua por el bien de la salud pública y el bienestar colectivo, sin importar los intereses económicos que resulten afectados.
A pasar el mensaje, asegurándonos que nuestros seres queridos, nuestros amigos, nuestros vecinos y nuestros compañeros de trabajo reconozcan que todos tenemos un papel que jugar para enfrentar estos retos. A ser consumidores responsables, minimizando nuestra huella ambiental y sopesando nuestras decisiones personales contra las necesidades y los derechos de las generaciones futuras.
Quienes vinieron a poblar La Laguna lo arriesgaron todo para que hoy nosotros seamos lo que somos. Hoy nos toca a nosotros hacer todo lo que sea necesario para que este progreso continúe y que este bienestar englobe a todos las laguneras y todos los laguneros y a toda la trama de la vida, trama de la que somos parte y que es la base de nuestro progreso material”.