Las autoridades menores han de estar felices con la bronca poselectoral: nadie se fija en ellas. Aunque no tanto, debo decir. Me acaba de llagar una carta de la cual me interesa mucho resaltar un párrafo. Un ciudadano de Gómez Palacio, Miguel Ángel Orozco, se queja del alcalde Octaviano Rendón Arce y, entre otras críticas, le hace una que ahora cito textualmente:
"El fondo de todo éste conflicto es que Octaviano y Yadira Narváez Salas de Mojica era acallarme sobre el fiasco que ahora es el Microcircuito Centenario, obra que nunca se consenso socialmente ni justificaron técnica ni financieramente no obstante la orden de un juez federal a que me explicaran. También negó CNA México que existiera en estos momentos algún financiamiento en operación para el Macrocircuito con recursos del Banco Mundial".
Lo extraño es que acabo de escribir una columna sobre el tema de esa nueva e inmediatamente abominable vialidad lagunera, el paso a desnivel llamado Centenario. La publicaré el miércoles o el jueves en La Opinión Milenio o (si hay algo grave en el DF con el rollo del Trife) en este blog.