Recibí un pronunciamiento de En Defensa del Ambiente, A. C. Me sumo a su molestia: “El día de hoy [14, octubre, 2006] aparecen declaraciones del Director General de la Conagua, Cristóbal Jaime Jáquez, en torno a la construcción de una potabilizadora y la recarga del acuífero como una estrategia para atacar el problema de la disponibilidad y la calidad del agua potable de la Comarca Lagunera.
La simulación de recarga del acuífero y la construcción de una gran planta potabilizadora de agua constituyen una cortina de humo que no son una solución sustentable, que sólo agravará la situación del acuífero lagunero y que proporcionará una coartada al complejo industrial lechero para que continúe poniendo en un grave predicamento la salud y el futuro de nuestras comunidades.
Lo que debe de hacerse para revertir el daño causado a los recursos naturales, que son propiedad común, es frenar la criminal e ilegal sobrexplotación de nuestros acuíferos a manos del complejo industrial lechero y permitir al Nazas y al Aguanaval volver a ser lo que fueron siempre: fuente de vida y agua limpia.
No podemos, ni debemos, olvidar que el Sr. Cristóbal Jaime Jáquez ha sido señalado repetidamente como solapador y beneficiador del complejo industrial lechero en el que desempeñó cargos directivos de primera línea. Este evidente y escandaloso conflicto de interés al dirigir la Comisión Nacional del Agua nunca ha sido discutido de manera pública y sigue siendo una mancha negra en la historia del manejo del agua en México y es el origen de que Cuatrociénegas, una joya biológica mundial, esté sufriendo daños espantosos y quizá irreversibles.
Transparencia Internacional señala las grandes obras públicas como fuente constante de corrupción. Preocupa —y mueve a bien fundadas sospechas— que, a días de dejar su responsabilidad gubernamental, Cristóbal Jaime Jáquez anuncie su intención de aprobar una obra de cientos o miles de millones de pesos. Que lo haga en evidente maridaje con el exdiputado y el empresario responsables del turbio negocio de las presas del Aguanaval nos lleva de la preocupación al escándalo.
La naturaleza nos dio ya una gran planta potabilizadora: los ecosistemas del Nazas y del Aguanaval. También nos dio un gran depósito para esa agua: el acuífero. Esta potabilizadora y este depósito naturales no requieren de inversiones faraónicas sino tan sólo acciones de elemental sentido común como el equilibrio extracción-recarga y acciones de conservación que transfieran recursos de las ciudades a las comunidades ribereñas para la conservación de los ecosistemas y sus servicios ambientales. Estas acciones, por su naturaleza y monto, no son onerosas, son en cambio justas y no pueden ser fuente de negocios turbios
En Defensa del Ambiente, A. C. exige una discusión abierta sobre el problema del agua en La Laguna y llama a la ciudadanía a no permitir esta nueva amenaza que se cierne sobre los recursos que son de todos, sobre nuestra salud y sobre el futuro de nuestra sociedad”. Firma el doctor Francisco Valdés Perezgasga.