Una opinión breve sobre el centenario de Torreón y sus polémicas: ¿qué vamos a celebrar? ¿La pura fecha o nuestras realizaciones como comunidad? Si es lo primero, me parece vacuo; si es lo segundo, más que celebrar hay que investigar cuánto tiempo más tenemos de plazo para acabar con el agua y consecuentemente con todo el ecosistema regional.
Aparte, desde que Alberto González Domene encabezó la conformación del comité profestejos se vio claro que nuestra aristocracia lechera se adueñaría de toda la pachanga. Y ahí la tenemos, soñando una fiesta donde la pipa y el guante manchados de alfalfa se erigen en el principio y el fin de toda la celebración. Provecho.
Por cierto: no faltaron a la convocatoria reivindicativa los artistas y los promotores culturales que aman el jarabe de lengua. Pienso especialmente en una señora ágrafa, dizque de izquierda y resentida contra todo lo que no sea ella. Provecho también.