jueves, enero 21, 2010

Nuestras pesadillas



No sin bostezar reviso una lista con las (dizque) diez pesadillas más recurrentes del mundo. Independientemente de que la interpretación a cada una es, o al menos parece, una jalada de greñas, creo que la lista no anda tan descaminada. Lo difícil no es dar con las pesadillas más frecuentes, sino aplicar la hermenéutica adecuada a cada una. Cito la lista y ofrezco un modesto aporte interpretativo y autóctono, aunque advierto que, pese al método científico que trato de aplicar, hay ciertas posibilidades de error; así es el mundo pantanoso y etéreo de las pesadillas. No por nada todos ignoramos bien a bien cómo está la onda en este rollo aunque algunos merolicos de diván aseguren lo contrario.
Soñar que lo persiguen. Lo más probable es que usted tenga deudas. Esta pesadilla pone en acción a varios seres encorbatados y con maletín ejecutivo. Los sujetos avanzan con las fauces abiertas y tirando tarascadas. Usted los ve con pavor y sigue corriendo. Este horrible sueño suele hacerse realidad durante el día: los bancos no dejan de llamar a su teléfono.
Con una caída. Usted siente que le quitan el tapete y que debajo de él hay un abismo; la caída es infinita y angustiante. Según los expertos, esta pesadilla es pertinaz en países donde las amenazas de recorte laboral son incesantes.
Que se conduce un vehículo descontrolado o que se está a bordo de uno. Una de las pesadillas mexicanas favoritas. Los especialistas coinciden en afirmar que se relaciona en algo con nuestros gobernantes.
No poder moverse, hablar ni gritar. Desde que comenzó el gobierno actual, esta pesadilla es de las más frecuentes entre los mexicanos. De hecho, dejó de ser pesadilla para convertirse en pan de cada día.
Estar herido, sangrando o agonizando. Pesadilla que se activa luego de apagar el televisor en las noches. En algo han influido las noticias más frecuentes de estos tiempos.
Soñar que se está atrapado. Debido a esta pesadilla está cada vez más concurrida la embajada de Canadá en México.
Ahogarse, soñar con inundaciones o con olas gigantes. Los futurólogos mexicanos han fomentado esta pesadilla. Sus principales promotores son aquellos que ya dan por hecho que llegarán Peña Nieto o Manlio Fabio. Abandonen el barco: niños y mujeres primero.
Estar desnudo en público. Sin duda, sueño amargo vinculado estrechamente a la canasta básica y a los cobros inflados en todos los servicios. También tiene relación con los intereses y las comisiones bancarios.
Hacerse cargo de un animal o bebé indefenso. Pesadilla que creció con el aumento al robo de vehículos.
Llegar tarde todo el tiempo. Y qué querían. Llegamos tarde porque no dormimos bien debido a tanta pesadilla.