viernes, septiembre 25, 2009

León de la gente



La Opinión publicó ayer, en su muy concurrido “Templete”, lo siguiente: “Que en el caso de Jesús de León llama la atención que entre sus propuestas de campaña tenga la distribución de monederos y el lema de ‘cerca de la gente’. Peligrosamente parecido a la oferta del gobierno moreirista que hasta agua de la gente distribuía. El punto es: ¿no hay más creatividad en el equipo de campaña de Chuy de León?”. Es una lectura diferente sobre una campaña en cuyo propósito yo vi, más que falta de creatividad, una intención peculiar que tal vez no le granjeará buenos resultados al candidato panista. Quizá tenga falta de creatividad, en efecto, pero no por copiarlo (que copiarlo fue deliberado), sino por creer que copiándolo va a lograr algo.
A diferencia de las que mantuvo Guillermo Anaya con Enrique Martínez, es bien sabido que las relaciones entre José Ángel Pérez y Humberto Moreira se han tensado en diferentes momentos, sobre todo con la controversia provocada por la Secretaría de Desarrollo Regional. Para enfatizar que Jesús de León no aspira a la alcaldía con ánimo pendenciero, e incluso para no agitar más el avispero saltillense, la campaña de Jesús de León insinuó desde su arranque una especie de respetuosa caravana a la figura del Ejecutivo estatal. Los primeros anuncios del panista cerraban con un mensaje que parecía desconcertante; eran aquellos en los que se hacía de De León una breve semblanza (estudió en la UAdeC, está felizmente casado, fue diputado y apareció como tacle en la ominosa foto de Calderón tomando protesta, etcétera) y al final decía, con su imagen a cuadro, que juntos, con nuestro gobernador y nuestro presidente de la república, sacaremos adelante a Torreón (no cito textualmente, pues ese espot ya no está al aire y no lo hallé en YouTube). El caso es que la campaña del panista aludía positivamente al gobernador, lo que para cualquier analista podía tener al menos tres interpretaciones: a) De León no quiere dar la imagen de rijoso y sale desde el arranque mostrando respeto a la figura de Moreira; b) De León se sabe en desventaja y no quiere exacerbar los posibles enconos del gobernador; y c) Al saber de antemano que sus posibilidades de triunfo son muy bajas, De León hace un anticipado coqueteo al gobernador. Me voy por una mezcla de las posibilidades a y b, aunque sé que en ocasiones las razones de la polaca son inescrutables.
La confirmación de que no era casual el guiño al góber vino un poco después, cuando el candidato panista a la alcaldía de Torreón hizo correr el eslogan “cerca de la gente”. Se trata, por supuesto, de un clarísimo calco a la idea favorita del actual gobierno coahuilense, tan claro que no se puede pensar en pobreza imaginativa o en descuido, sino en un proyecto de campaña intencional que al parecer se la pasará guiñando el ojito al gobernador. No estoy en medio de la refriega, así que las razones que puedo dar al respecto no pasarán de ser meras conjeturas. Lo que sí puedo notar es que, arraigada la noción de que todo lo relacionado con “la gente” (textual) es parte del gobierno de Moreira, tal vez el panismo local busca conseguir desesperados votos a partir de la confusión, a partir de que la gente no alcance a saber bien a bien de quién es el rollo de “la gente”. Otro resultado es el que, sospecho, ha caminado con mayor fuerza: que hay pobreza imaginativa en el equipo de campaña blanquiazul, que están plagiando con descaro las fórmulas retóricas de la propaganda moreirista. En resumidas cuentas, hay un dividendo confuso tras la capirotada política que no deja ver con fidelidad el objetivo de la campaña clonada que ha emprendido el rugidor (que no regidor) Jesús de León Tello; su fiereza sólo se ha manifestado con tibios rasguños a los varios chapulinatos ejercidos con denuedo por Eduardo Olmos, su contrincante.
Hasta un periódico ha sacado ya el aspirante del PAN local; su nombre no podría ser menos anómalo en el actual contexto coahuilense: El periódico de la Gente, se llama. Es predominante verdirrojo (como priísta) y en ningún lugar muestra el logo del PAN. Vaya que la campaña de De León es todo un desafío para la semiótica. Ignoro a qué demonios le está tirando.