viernes, mayo 09, 2008

Imaginario de Julio



Ayer (escribo esto a las 5 pm del mismo jueves 8) presenté Imaginario de voces, el más reciente libro de Julio César Félix Lerma (Navolato, Sinaloa, 1975). Se trata de una coedición de la Dirección de Cultura de Torreón y la editorial Colibrí, instituciones que han conseguido elaborar en este caso una pieza bibliográfica de magníficos acabados. Imaginario de voces ganó en 2007 el concurso Financiarte, certamen convocado por la DCT cuyo premio consiste en la publicación de obras originales luego de ser sometidas al dictamen de tres jurados.
El libro de Félix Lerma ha desatado una polémica de las que hace tiempo no se veían en La Laguna literaria: el poeta sinaloense avecindado desde hace algunos años en nuestra región es acusado de proponer un libro con poemas ya publicados en otros libros, lo que contradice, a decir de algunos críticos (Carlos Velázquez y José Lupe González, entre los más salientes), la letra de la convocatoria. Puede ser, visto en crudo el asunto. Pero aclarado lo que debe ser aclarado, parece que Félix Lerma participó con varios poemas inéditos que luego, tras ganar el certamen de Financiarte, aparecieron en la versión final del libro; otra parte, conformada por varios poemas ya publicados, fue sumada al libro por sugerencia de Sandro Cohen, editor de Colibrí; tal es la escueta explicación que el miércoles dio Félix Lerma a Daniella Giacomán, reportera de La Opinión.
Dado que estamos ante una publicación que re-publica algunos textos de otro libro, hay dos caminos simples, creo, para desanudar el enredo: si en efecto el autor de Imaginario de voces concursó con un libro que contenía poemas ya publicados, eso contraviene una cláusula fundamental de la convocatoria, pero no se puede ejercer ninguna acción en contra del autor, dado que, hasta donde sé, la convocatoria no estipula nada al respecto. El caso quedaría sólo como antecedente para añadir un nuevo punto a las bases de certámenes venideros; es decir, que de alguna manera sean sancionados quienes incurran en un hecho idéntico o parecido. El segundo camino es en el que creo de buena fe, aunque en este caso es necesario confirmar lo que señala Félix Lerma: que en verdad el editor de Colibrí pidió añadir poemas, éditos o inéditos, al libro. Si se dio tal petición, no veo por ningún lado el crimen de lesa literatura que le quieren atribuir al autor de Imaginario de voces. En el peor de los casos, la reimpresión de esos poemas sería una redundancia que en el oficio, bien lo sabemos quienes nos dedicamos a esto, parece ociosa, pues la mayoría de los escritores procura publicar lo inédito, no lo que alguna vez ya tuvo la suerte de alcanzar hospedaje en las páginas de un libro.
Demostrado que Cohen pidió más poemas a Félix Lerma y en vista de que la convocatoria tampoco señala nada que impida a los editores hacer esa solicitud, la decisión de publicar lo ya publicado es muy personal y le atañe en exclusiva al autor del libro: sólo él sabe si una anterior publicación no satisfizo sus expectativas, de suerte que, si un libro ya hecho le pareció fallido en términos de edición y distribución, está en su derecho de buscar nuevo acomodo al material cuando se preste la ocasión y él lo juzgue pertinente. En lo personal nunca he hecho eso, pero confieso que ante varios desaguisados editoriales cometidos en mi contra no me han faltado ganas de re-publicar inmediatamente un libro que ya está en circulación.
Todo el que se dedica a la literatura encuentra, azarosamente al principio y, si bien le va, con un poco más de seguridad después, sus propias rutas, publica donde puede y no son pocas las ocasiones en las que lo acosa una insacudible sensación de fracaso. Entiendo que para algunos es muy grave la reiterada aparición de ciertos poemas en Imaginario de voces. Creo que el conflicto puede quedar zanjado si tenemos la certeza de que fue una petición explícita del editor. Lo demás, si hay demás, es sólo una laguna en la convocatoria.