miércoles, diciembre 29, 2021

Cajita 2021

 










Esta es la última entrega de Ruta Norte en 2021, un año que, como todos, tuvo sus peculiaridades. La principal: que poco a poco, no sin incertidumbre, fuimos saliendo del confinamiento marcado por la pandemia declarada en marzo de 2020. En lo personal, volví a la oficina de la universidad en mayo de este año, y aunque por momentos sentí que la sobrecarga de chamba me rebasaba, todo fue saliendo en medio de las precauciones todavía necesarias para cuidarnos de contagios.

Lo mejor de mi trabajo estuvo, como es habitual, en los libros. Creo que edité ocho, algunos de los cuales serán presentados en los primeros meses del año venidero. Todo lo comunicaré por este medio conforme se vaya dando. Ahora bien, no fue poco lo que tuve la fortuna de leer, y aunque no todo pude comentarlo/compartirlo, sigo en la idea de que leer es una de las posibilidades más productivas del ocio, acaso la mejor.

Además, este año viví una novedad un tanto casual: en enero comencé con la novela Dejen todo en mis manos, del uruguayo Mario Levrero, que aquí reseñé. La manía de aislar los libros que voy leyendo para ver luego si escribo sobre ellos me llevó a acumular en dos meses un puñado de ocho o nueve títulos. Dado que mi biblioteca estaba en trance de reorganización y todo era caos, decidí aislar en una cajita los ya leídos. Fue grande mi sorpresa al ver que para abril o para mayo, como cantaron los hermanos Carreón, la cajita estaba casi llena, así que la cambié por otra un poco más grande. A diferencia de otros años, esto me permite saber hoy lo que leí en el año. No es tampoco la gran cosa, pero me da gusto que las pequeñas y grandes miserias de la vida no me hayan alejado del placer mayor que es la lectura.

¿Lo mejor? Sí, hay dos o tres libros que sin duda me alegraron más que otros. El libro ya mencionado de Levrero, la biografía Hernán Cortés. La espada, de Christian Duverger; la autobiografía Adiós, poeta, de Jorge Edwards; Ante el dolor de los demás, de Susan Sontag; Y retiemble en sus centros la tierra, de Gonzalo Celorio, entre otros.

Es buen recurso el de la cajita, creo, porque nos permite mirar unida la lectura de un año completo. Les deseo pues una cajita llena para el 2022 y todas las venturas adicionales que en el mundo hay.