jueves, abril 08, 2010

Arte poética y Neruda



“Qué es el ars poetica?”, me pregunta un joven escritor. Le respondo con la generalidad del diccionario: es una manera de concebir el ejercicio poético, es el enfoque estético de un escritor y blablablá. Recuerdo en ese momento el ensayo de mi amigo David Lagmanovich: “Las ‘artes poéticas’ de Pablo Neruda”, y se lo recomiendo, pues hay allí una acabada respuesta a lo que pregunta. Así comienza, y está completo en esta página web:
Lo que sigue no pretende ser un ejercicio de erudición. Fácil sería espigar en la inacabable bibliografía nerudiana algo de lo mucho que se ha escrito sobre este enorme poeta: desde los grandes nombres de la crítica, como Amado Alonso o Hernán Loyola, hasta los modestos escribientes que elaboran un reglamentado número de cuartillas para cumplir con la obligación de publicar impuesta por la burocratización de las instituciones del saber. Los primeros unen el amor a la erudición; los segundos, en el mejor de los casos, erudición solamente, o al menos los gestos que la caracterizan.
Nada de eso carece de legitimidad; pero quisiera decir, especialmente a los más jóvenes, que en el mundo de la literatura, y del arte en general, lo que más vale es la aproximación a aquello que de verdad nos gusta o interesa. Lo nuestro no es trabajo de jornaleros, aunque pudiera hacerlo suponer el dolor de las espaldas y el cansancio de las articulaciones al término de una jornada de trabajo. Lo nuestro, en el caso de la plástica, es visión y más visión, hasta captar del cuadro inclusive lo que el pintor puso inconscientemente allí; en el caso de la música, es audición y más audición, hasta lograr parecidos resultados; en el caso de la literatura, es lectura y más lectura, hasta que las palabras del creador resuenen en nuestro interior como nunca han sonado antes. Sobre esta base pueden construirse monumentos críticos; pero no antes de que esta base exista.
Por eso, las líneas que presento implican ante todo una tarea de lectura. La cadena textual que propongo está constituida por un mínimo de cuatro poemas de Pablo Neruda, de diversas épocas, en los que el poeta habla sobre la poesía, y estos están a su vez apoyados en unos pocos poemas más. Estos poemas hablan sobre la poesía. Mejor dicho: en ellos el poeta habla sobre su poesía, o sobre la relación que él mantiene con ella, y al hacerlo va exponiendo ideas e intuiciones sobre lo que toda poesía es o puede llegar a ser. Se trata del tipo de poemas que en la antigüedad se llamaron ars poetica —“arte poética”, y muchas veces simplemente “poética”— y que la modernidad recuperó a partir de la admirable composición “Art Poétique”, de Paul Verlaine, poema compuesto en la década de 1880.
En todas las literaturas importantes hay poemas “arte poética”. Los de otras lenguas han sido repetidamente traducidos al castellano; así ocurrió con el manifiesto poético en verso de Verlaine, ya mencionado. Un ejemplo del siglo XX, también en otra lengua, es el bello “In my craft or sullen art”, “En mi oficio u hosco arte”, de Dylan Thomas. Si vamos a textos escritos originalmente en español, la nómina es muy extensa: Rubén Darío, Antonio Machado, Octavio Paz, Juan Gelman, para citar sólo unos cuantos, escribieron textos que caen dentro del esquema general del poema “arte poética”. Y uno más: Pablo Neruda.
Los poemas escogidos proceden de varios libros de Neruda extendidos a lo largo de muchos años: fundamentalmente, para los poemas que consideramos esenciales, Residencia en la tierra, cuya edición definitiva es de 1935; Canto general, de 1950; Odas elementales, de 1958, y Memorial de Isla Negra, de 1964. Representan, pues, una trayectoria dentro de la vida y de los libros del poeta. Nos interesará ver qué dicen estos poemas sobre la personalidad y la trayectoria poéticas de Neruda: qué clase de poesía dice que quiere escribir, y qué clase escribe en efecto en estos poemas sobre la poesía. Iremos a los textos mismos y conviviremos por unos instantes con ellos.