sábado, agosto 01, 2015

Muy bien Hecho en Bs. As.




















Fabián Vique cruza comentarios de trabajo con el poeta Carlos Riouspeyrous y los escucho al sesgo, sin interrumpirlos. Estamos en el café (allá le llaman “bar”) El Federal ubicado en Perú y Carlos Calvo, en San Telmo. Comienza a anochecer y el frío se agranda poco a poco en el exterior. Junto a una racha helada entra un canillita (es decir, un repartidor de periódicos) y nos ofrece un pequeño tabloide. Fabián pausa su charla y compra un ejemplar. Pregunto de inmediato qué periódico es y Fabián responde: “Lo arma un colectivo”. No entiendo bien, pero saco veinte pesos y compro uno. Continúa la conversación de trabajo entre mi amigo editor y el poeta Riouspeyrous mientras hojeo con serena curiosidad mi ejemplar de Hecho en Bs. As.
Poco después de volver las primeras páginas advierto lo interesante del producto. Impreso a color en papel austero, Hecho en Bs. As. tiene muchas peculiaridades. Me dicen que la idea original es inglesa, pero yo sólo conozco de momento el ejemplar que compré en San Telmo. Afortunadamente, es un número de aniversario. Se trata del ejemplar 180 correspondiente a julio de 2015. Con él, Hecho en Bs. As. cumplió quince años de circulación en las calles de la Capital Federal argentina.
No es poco mérito si nos asomamos a las características de esta publicación. Confieso desde ahora que me deslumbró, y que quizá esos veinte modestos pesos fueron los mejor gastados en mi reciente viaje. Para empezar, y a propósito de precios en tapa, en efecto cuesta veinte pesos, pero abajó luce un cintillo aclaratorio: “$13,00 del precio de tapa es para el vendedor”. O sea, esta publicación, sin renunciar a la calidad de los contenidos, es un emprendimiento social para apoyar a hombres y mujeres en situación de calle. Hay, claro, mecanismos para que esto funcione y no derive en otra cosa. Por ejemplo, los vendedores están identificados y cada ejemplar luce sellado con un número que corresponde al de la identificación. Además, cada uno de los vendedores sólo se moviliza en un área específica de la ciudad. Esos y otros candados evitan que el proyecto se desvirtúe y termine siendo el negocio de un grupúsculo o un pretexto oblicuo para fomentar la mendicidad.
Hecho en Bs. As. garantiza su reproducción con los siete pesos de cada ejemplar vendido y, como ya dije, atiende bien, con total seriedad, la calidad de sus contenidos. Es un pequeño puñado de papel, pero me sorprendió su creatividad en todos los sentidos. Por eso insisto: fueron veinte pesos “gastados” con enorme gusto.