Fabián
Vique cruza comentarios de trabajo con el poeta Carlos Riouspeyrous y los escucho
al sesgo, sin interrumpirlos. Estamos en el café (allá le llaman “bar”) El
Federal ubicado en Perú y Carlos Calvo, en San Telmo. Comienza a anochecer y el
frío se agranda poco a poco en el exterior. Junto a una racha helada entra un
canillita (es decir, un repartidor de periódicos) y nos ofrece un pequeño
tabloide. Fabián pausa su charla y compra un ejemplar. Pregunto de inmediato
qué periódico es y Fabián responde: “Lo arma un colectivo”. No entiendo bien,
pero saco veinte pesos y compro uno. Continúa la conversación de trabajo entre
mi amigo editor y el poeta Riouspeyrous mientras hojeo con serena curiosidad mi
ejemplar de Hecho en Bs. As.
Poco
después de volver las primeras páginas advierto lo interesante del producto.
Impreso a color en papel austero, Hecho
en Bs. As. tiene muchas peculiaridades. Me dicen que la idea original es
inglesa, pero yo sólo conozco de momento el ejemplar que compré en San Telmo.
Afortunadamente, es un número de aniversario. Se trata del ejemplar 180
correspondiente a julio de 2015. Con él, Hecho
en Bs. As. cumplió quince años de circulación en las calles de la Capital
Federal argentina.
No
es poco mérito si nos asomamos a las características de esta publicación.
Confieso desde ahora que me deslumbró, y que quizá esos veinte modestos pesos
fueron los mejor gastados en mi reciente viaje. Para empezar, y a propósito de
precios en tapa, en efecto cuesta veinte pesos, pero abajó luce un cintillo
aclaratorio: “$13,00 del precio de tapa es para el vendedor”. O sea, esta
publicación, sin renunciar a la calidad de los contenidos, es un emprendimiento
social para apoyar a hombres y mujeres en situación de calle. Hay, claro,
mecanismos para que esto funcione y no derive en otra cosa. Por ejemplo, los
vendedores están identificados y cada ejemplar luce sellado con un número que
corresponde al de la identificación. Además, cada uno de los vendedores sólo se
moviliza en un área específica de la ciudad. Esos y otros candados evitan que
el proyecto se desvirtúe y termine siendo el negocio de un grupúsculo o un
pretexto oblicuo para fomentar la mendicidad.
Hecho en Bs. As. garantiza su reproducción
con los siete pesos de cada ejemplar vendido y, como ya dije, atiende bien, con
total seriedad, la calidad de sus contenidos. Es un pequeño puñado de papel,
pero me sorprendió su creatividad en todos los sentidos. Por eso insisto:
fueron veinte pesos “gastados” con enorme gusto.