Un
video de YouTube —siempre he querido usar videos de YouTuve como tema de conversación
y de escritura— expone el pleito sostenido entre los escritores Francisco
Umbral y Arturo Pérez Reverte. Ocurrió en 1999, y todo comenzó con un viaje de
Pérez Reverte a Buenos Aires. Allá, un periodista de Página 12 le pidió opinión sobre Borges, y el español dio su
respuesta. Al día siguiente, el diario argentino cabeceó la nota más o menos
así: “‘Borges era un gilipollas’: Pérez Reverte”. Ya no es necesario aclarar
que “gilipollas” es en España “necio” o “estúpido”, y en México sería aproximadamente
a quien tildamos “pendejo”.
El
polémico Umbral tomó el asunto en sus manos para desagraviar a Borges, lo que,
de entrada, parece justo, pero lo hizo de un modo peculiar, así, según el video:
“El novelista Arturo Pérez Reverte ha ido a Buenos Aires para decirles a los
argentinos que Borges era gilipollas. En realidad, Pérez Reverte ha elegido a
Borges como Chivo emisario para atacar a todos los escritores de prosa pura, de
creación verbal. Por ejemplo, en un relato de acción: 'Nadie le vio desembarcar
en la noche mutua'. Donde Pérez Reverte hubiera necesitado unas cuantas páginas
de descripción prolija, intrigante y para mí aburrida, Borges resuelve el caso con
un adjetivo inesperado, breve, tomando (sic)
de otro orden de cosas, y que con sus dos 'ues' ya nos da la oscuridad y
cerrazón de la noche. Pérez Reverte, gran muñidor de asuntos, no comprende que
la crítica le trate mal o no le trate. En una época de pasión por la escritura
el escritor de acción y asunto se queda para los best selleres, y un best
seller no es más que un tumor canceroso que le sale a la literatura. Pérez
Reverte, que ha cubierto con brillantez su vocación de narrador aventurero,
está ya en edad de aprender que, de Quevedo a Borges, de Miró a Cela, la
literatura es el cómo, la voz propia. Borges, como el mismo dijera de Quevedo, ‘más
que un escritor es una vasta y completa literatura’. Un respeto, joven”.
El
golpe fue dado y de entrada uno siente que Umbral tuvo razón en varios puntos
de su alegato: en la literatura es muy importante el cómo, el best seller es un
tumor canceroso, Borges es una vasta literatura… Obviamente, el asunto no
terminó allí. No sé si antes o después del tomaidaca, Pérez Reverte describió
en una entrevista para la televisión cómo estuvo el asunto cuando en Buenos
Aires le preguntaron sobre Borges: “Bueno, Borges es un escritor inmenso además
al que le dedico La tabla de Flandes;
lo que pasa es que Borges tenía un aspecto snob
o como dicen aquí [en Argentina] ‘concheto’. Bueno, concheto es un poco
gilipollas, y así fue como salió el titular del periódico: ‘Borges era un
gilipollas’”. Hasta allí la aclaración en tevé.
La
columna de respuesta, también resumida en el video, señala: “Francisco Umbral,
guardián de todos los centenos sembrados por los grandes de la literatura —preferiblemente
muertos, que se dejen plagiar sin decir ni pío— me hizo el honor de dedicarme
una doble página de revista, aprovechando la coyuntura para hablar de su autor
favorito, que es él mismo. El planteamiento era previsible: Pérez-Reverte ataca
a Borges. Borges y nosotros estamos en el mismo nivel, Maribel. Luego
Pérez-Reverte nos ataca a nosotros que nos queremos tanto. Francisco Umbral
mezcla las churras con las merinas para ir donde pretende y le duele: que la literatura
‘de asunto’ es el cáncer de la verdadera literatura. Y luego va a firmar a la
Feria del Libro y se encuentra que Javier Marías está firmando con una cola de
cincuenta señoras encantadas y otros tantos caballeros —lo de las señoras es lo
que más le mortifica—, y el propio Umbral sólo tiene seis que pasaban por allí,
eso genera muy mala leche”.
Puedo
decir que el agarrón me deja a medio camino entre los dos. Pérez Reverte observa bien que Umbral respinga para ubicarse a sí mismo en el nicho de Borges, pero
no me parece gran argumento el de las ventas descomunales (a las “señoras
encantadas”) en las ferias, lo que supuestamente Umbral envidia. Mejor
argumento para anularlo pudo ser la pésima manera de citar usada por Umbral;
Borges no escribió “Nadie le vio desembarcar en la noche mutua”, dizque primera
línea del cuento “Las ruinas circulares”, que en su cita incurre en leísmo y
adjetiva mal, pues el original es “Nadie lo
vio desembarcar en la unánime noche”.
Otra cita cuestionable es la referida a Quevedo: “más que un escritor es una
vasta y completa literatura”, que Borges acuñó “Francisco de Quevedo es menos
un hombre que una dilatada y compleja literatura”.
El video de YouTube con este penoso match aparece titulado “Francisco Umbral vs Arturo Pérez Reverte por insultar aBorges-1999”, y las columnas de ambos escritores figuran completas en la web lahemerotecadelbuitre.com