jueves, septiembre 04, 2008

Franquicias mexicanas



Los prehistóricos como yo seguramente recuerdan un comercial de pilas que decía: “De Mérida a Ensenada y Rayovac como si nada”. Así, con los doce decapitados de ayer en Yucatán, todo México es ya, de Mérida a Ensanada, territorio a meced del hampa. El norte, el centro, el sur, el este y el oeste. Todo. Apenas un día antes, a unos pasos del lujoso rancho de la tórtola ex pareja presidencial, en Guanajuato, un comando encaró a militares, otra prueba de que el gremio narco anda más bravo que un lión.
Los afanes expansivos de la delincuencia han saturado los mercados nacionales. Como en las viejas películas de vaqueros, el pueblo es muy pequeño para tantos cuatreros, así que alguno deberá emigrar a territorios más propicios. A eso se debe, quizá, que sin mucho ruido, con bajísimo perfil, los compatriotas narcos busquen nuevos horizontes. La prensa ha dado testimonio de tal movilidad, aunque todavía sin la resonancia que tienen los colombianos en eso de jugar en cancha ajena.
Va un caso. Desde hace algunas semanas, un escándalo ha estremecido a la sociedad argentina. Una empresa dedicada a la distribución de productos farmacéuticos, Unifarma, está envuelta en una investigación judicial por líos relacionados con efedrina. La viscosidad del asunto ha dado ya para algunos muertos: tres que fueron ejecutados a balazos en la localidad bonaerense de General Rodríguez, y otro que “se suicidó” al arrojarse de un noveno piso según esto para no correr lo misma suerte de los ejecutados, aunque hay fundadas sospechas de que alguien colaboró en el no tan voluntario suicidio.
Los enredos de Unifarma, la efedrina, los muertos y la policía tienen, se ha dicho, relación con mexicanos. En julio de este año pasó lo que a continuación cito, todo tomado de la información difundida por el diario Página12: “Los handies [aparatos de radiocomunicación] estaban prendidos y se oían los gritos que imploraban por una respuesta. Eran los narcos mexicanos del Cartel de León, preocupados por el súbito silencio de radio en la mansión de Ingeniero Maschwitz, donde sus cuates montaron un laboratorio para fabricar metanfetamina, aprovechando los bajos costos de su principal precursor químico: la efedrina. Había caído la policía. El allanamiento transcurrió cerca de la medianoche de ayer, mientras los químicos procesaban unos 20 kilos de la pasta como para elaborar 200 mil dosis de Ice o Crystal, estimulantes con efectos similares a la cocaína pero mucho más potentes (…) En las primeras horas de la mañana de ayer, con mucha paciencia y los cuidados del caso, los agentes de la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas de la Policía Bonaerense fueron ordenando los tarros bajo el alero de la galería que da al inmenso jardín. Había bidones llenos con ácido sulfúrico, acetona, thinner, metanol, alcohol etílico y bidones vacíos de cloruro de efedrina, un estimulante que se extrae de una planta (la efedra) y que tal vez haya motivado la apertura del laboratorio narco. En la Argentina, esa sustancia cuesta entre dos y tres mil pesos el kilo, mientras que en México su precio ronda los 10.000 dólares (…) Todavía es una incógnita la forma en que los investigadores dieron con el laboratorio, aunque, según los vecinos de este lugar ubicado a menos de 50 kilómetros de la Capital Federal, se trató de una denuncia anónima hecha por los supuestos malos olores que emanaban de la mansión. Lo cierto es que esta intromisión del Cartel de León en la Argentina había sido mencionada en el primer informe oficial, publicado hace dos semanas, del Comité Científico Asesor en Materia de Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas y Criminalidad Compleja del ministro Aníbal Fernández”.
Emprendedores, los narcos mexicanos abren franquicias en el extranjero, y seguramente pronto se verá que los capos mexicanos desplazan a los colombianos en los mercados forasteros; la globalización obliga a competir y en lo malo nunca nos ha gustado quedar atrás, como se podrá ver en el ímpetu del laboratorio mexicano montado en Buenos Aires. Sólo falta que allá pasen del tango a la banda sinaloense y del culto a la virgen de Luján por el de Malverde. Ajúa.