Algo
del eco beisbolero de estos días me llegó y vi algunos resúmenes en el
repositorio de YouTube, aunque no puedo afirmar que conozco los pormenores de
lo que ocurrió. Sólo sé que fue un Mundial de beisbol y que México tuvo una
participación más que digna, pues llegó hasta la semifinal.
Ignoro,
como digo, los detalles, quién lo organizó y dónde, cuántos equipos
participaron y demás, pero lo poco que pude pescar de información y
repeticiones me dejó ver que en nuestro país sigue viva la afición a este deporte
y, pese al poder mediático del futbol y los enormes intereses económicos que
implica, no ha desaparecido como práctica y entretenimiento. Como mexicano,
pero más como lagunero, me da mucho gusto lo que pasó con México en el Mundial,
ya que aquí el beisbol tiene décadas de presencia fuerte sobre todo en nuestro
medio rural. Es allí, en las numerosas rancherías de nuestra tierra, donde el
deporte de los batazos y las atrapadas sigue en pie, donde se practica con muy
buena calidad.
Por
eso me dio gusto la destacada presencia de México en el Mundial, una
participación que en términos periodísticos avanzó, como muchos otros deportes
en nuestro país, a contracorriente del futbol, deporte que desde hace mucho
acapara los reflectores al grado de hacer pensar que para las secciones
deportivas de los medios no hay más: o es futbol o es futbol, siempre.
Ver
ahora a México despachar a equipos como Canadá o Puerto Rico da para soñar en
un impulso beisbolero. Cierto que en la semifinal ya no se pudo contra Japón,
que es desde hace mucho una potencia en beisbol, pero en lo poco que pude ver
no siento que la selección tricolor haya hecho mal papel; incluso contra los
nipones se pudo ganar, pero al final se nos cayó el picheo y nos dieron la
vuelta. En unos cuantos partidos se logró pues el milagro de convertir al
beisbol en nota de primera plana, y esto lleva a pensar en la posibilidad de
que más jóvenes se involucren en el juego del diamante.
Viene
ahora la Liga Mexicana, y ojalá que el empujón del Mundial dé para que la
temporada sea buena. El beisbol mexicano siempre ha tenido mucha calidad.
Lástima de su invisibilización, lástima de la pobre cobertura que en general
recibe. Ojalá que algún día esto cambie.