miércoles, noviembre 02, 2022

De chafas y trochos









La que viene es una anécdota real. Tuve problemas con un neumático y por obvias derivé en la primera vulka disponible. En estos casos siempre, claro, bajo de la nave y mientras el compa hace su jale trato de conversar con él. Está en mi naturaleza preguntar lo que no sé, entender detalles técnicos de oficios que no domino (“¿Cómo se llama esa herramienta, maistro?” “¿Ese pegamento seca rápido? ¿Cuánto tiempo tiene trabajando en esto”). En tal intento de interlocución estaba cuando el maistro dijo una palabra: “Es un martillo hechizo”. No pasó mucho tiempo para que soltara otra: “Muchos compas son muy trochos, no trabajan como debe ser”.

“Hechizo”, “trocho”, estas dos palabras me hicieron reparar en los términos que usamos para minusvalorar, para calificar algo como mediocre o de baja calidad, mal hecho, improvisado o de poco o nulo valor. Sé que hay más, pero de momento traigo ocho en orden alfabético.

Balín. De poco valor y por lo tanto de baja calidad. Parece una deformación de “valer”, que en el habla se asocia con “madre” para significar que algo no alcanza la calidad adecuada. “Un reloj balín”.

Caciquiar. Producto comestible mal servido, sin la calidad ni los insumos pertinentes. “El bufet estaba muy caciquiado”.

Chafa. Acaso la palabra mexicana más popular para expresar que algo, lo que sea, ostenta mala calidad. Todo puede ser chafa: una película, un pantalón, un teléfono celular, un bar… “Le regalaron una camisa chafa”.

Correas. Deformación de “corriente”. Todo aquello que no cumple con los estándares mínimos de calidad, que tiene materiales frágiles y se descompone apenas es usado. “El estéreo le salió muy correas”. Dícese también del sujeto vulgar, procaz.

Cucho. Mal hecho, que no se sostiene bien o queda construido con suma precariedad. “La silla le quedó cucha”.

Hechizo. Hecho de manera improvisada, sin las herramientas ni los materiales habituales según el caso. “La defensa de su camioneta es hechiza”.

Malacucho. Igual a “cucho”, pero más enfática en su sonoridad. “La instalación de la ventana se ve malacucha”.

Trocho. Mal ejecutante de algún oficio. “Ese plomero es muy trocho”. Objeto elaborado sin destreza ni buenos acabados. “La instalación eléctrica le quedó tocha”.