Acaba de terminar la
V Cilde (Conferencia Internacional de Literatura Detectivesca en Español)
organizada por la Universidad de Texas Tech y la Universidad Nacional Autónoma
de México. Su sede fue el salón de actos de la Facultad de Filosofía y Letras
de la UNAM, y tuvo presencia de académicos de Estados Unidos, Bélgica, España,
Puerto Rico, Colombia y México. Yo participé otra vez como representante de la
Universidad Iberoamericana Torreón.
Exitosa en términos
de mercado, la literatura policial, detectivesca y todos sus derivados no lo ha
sido tanto en el área de los estudios académicos. Su fama es la de una rama
literaria frívola, llena de tics y productora de obras de consumo masivo. En
los años recientes, sin embargo, la literatura de este tipo ha ganado
simpatizantes en el mundo crítico, lectores y estudiosos que han visto el valor
de la creación policial como espejo de las sociedades en las que vivimos. La
corrupción, la violencia, la impunidad, el narco, el cinismo político, la
ineptitud de las autoridades y otros tantos lastres de nuestra realidad han
ingresado a las páginas de la literatura policial que por ello se ha convertido
en un espejo de nuestras sociedades. No todo es valioso, por supuesto, pero
tampoco todo es despreciable, y lo que ha tratado de hacer la Cilde es poner
sobre la mesa de debate académico el rumbo de las letras con olor a pólvora y
sangre.
En la Cilde recién
concluida tuvimos la suerte de participar tres laguneros. Garardo García Muñoz,
quien es maestro universitario en la ciudad de Houston, hizo un largo análisis
sobre la novela Círculo de fuego, del escritor cachanilla Gabriel
Trujillo Muñoz; Gerardo García destacó el rasgo de la conspiración y la
podredumbre judicial en la novela de Trujillo. Por su lado, el joven (todavía
venturosamente joven) narrador, periodista y crítico Vicente Alfonso ofreció
una conferencia magistral sobre Mark Twain, escritor a quien le ha dedicado ya
varios años de estudio. El autor de Partitura para mujer muerta resaltó
un flanco poco conocido de Twain: su vertiente como precursor de la literatura
detectivesca. Fue, en general, un congreso rico en ponencias, un espacio para
reafirmar que no todo lo policial es desdeñable.
Nota. En la foto aparezco junto a Vicente Alfonso, Ricardo Figueras (español, murciano radicado en Ciudad Juárez, Chihuahua) y Gerardo García Muñoz.