Traer cámara fotográfica en el celular, así sea técnicamente limitada, ha estimulado mis manías siempre pospuestas de fotorreportero. Creo tener una cierta capacidad, muy subdesarrollada hasta ahora, para encontrar flecos desconcertantes y a veces francamente graciosos en la realidad. Pongo el ejemplo de la imagen que encabeza este post. La tomé con el Blackberry hace como un año, en 2012. El anuncio espectacular estaba en la esquina de Matías Román y bulevar Revolución, en Torreón. La estructura sigue allí, claro, pero hace mucho que le quitaron el vinil. Obviamente ese par de mensajes no duró mucho, pues era grotesco que compartieran espacio una ensalada y una cucaracha amplificada y monstruosa.
Yo esperaba el verde en el semáforo cuando vi la conjunción,
y me arriesgué al choque para obtener la imagen. Di click con el coche en movimiento, justo a la mitad del crucero.
Logré una buena toma, creo, una toma que ilustra la tendencia al surrealismo
que tiene nuestro entorno. Es evidente que nadie pensó unir esos elementos con
mala intención, pero sin querer logró una de las mezclas publicitarias más extrañas
que he visto en mi vida. Pero bueno, la realidad es así, muchas veces
sorpresiva, imprevisible.