viernes, agosto 03, 2007
Columna extraviada
Andar fuera de la ciudad, trabajar con apuro y usar señales de internet en donde se pueda tiene sus riesgos: luego de muchos meses, o tal vez más de un año, ayer jueves se perdió la continuidad de mi columna porque algo piqué mal y el texto no llegó a la redacción de La Opinión. La tecnología tiene su límite. Una disculpa a mis escasos pero infieles lectores.