Ahora
que se puso de moda lo argentino tuve oportunidad de comentar en una sobremesa
la peculiaridad del “vesre”. Se trata, dije, de un juego verbal muy simple y
profundamente arraigado en el habla de los argentinos. Su definición está en el
nombre que le han asignado: “vesre” es “revés”, escribir al revés. Sólo hay que
acotar un detalle: no supone el vesre, como el palíndromo, una lectura de
derecha a izquierda, sino un reacomodo (o enrevesamiento, metátesis) de las
sílabas, de suerte que con los mismos elementos se produce otra palabra.
Por
lo que tengo visto y oído, este juego está muy presente en la comunicación oral
y escrita de los argentinos. Puedo suponer que no tanto en la invención de
palabras, sino en el uso de muchas que han quedado cristalizadas sobre todo en
la conversación informal. Ciertamente, alguien puede acuñar una palabra nueva
en vesre y sus interlocutores podrán entenderla al vuelo, sin chistar, pero lo
que he percibido como más común es que usen las ya conocidas.
El
juego viene, creo, de la obsesión por habilitar un léxico nuevo muy presente en
el lunfardo, jerga antaño usada en los bajos fondos porteños, espacio
sobrepoblado de migrantes europeos, sobre todo italianos. Esto coincidió con el
nacimiento del tango, que al incorporar letras y convertirse en tango-canción,
sumó las palabras de la calle y, con ellas, numerosos lunfardismos. Esta es la
razón por la que el sentido de muchos versos tangueros se nos escapa: “Cuando
rajés los tamangos / buscando ese mango / que te haga morfar” (“Yira-yira”,
Enrique Santos Discépolo) aunque la dificultad sólo sea de léxico, lo que se
resuelve con el diccionario de lunfardismos: tamangos=zapatos, mango=dinero,
morfar=comer.
El
vesre también se sumó a las letras de tango. Recuerdo por ejemplo “nami”, por
mina=chica; “rati”, por tira-policía y “shofica”, por cafisho=padrote,
cinturita. La misma palabra “tango” ha sido usada como “gotán” incluso como
título de un poemario escrito por Juan Gelman.
Más palabras comunes en verse: “grone”, negro; “telo”, hotel; “feca”, café; “jermu”, mujer; “garpar”, pagar, entre muchas otras. En México sólo he detectado dos palabras en vesre usadas con alguna frecuencia, ambas por vía de eufemismo: “dope” (“hacerla de dope”) y “gáver” (“mandar a la gáver”).