sábado, junio 25, 2022

Travesía de Laura Orellana












Conocí a Laura Orellana Trinidad hacia 1990, cuando comencé a dar clases en la Ibero Torreón. No tuvimos mucho trato en aquel momento, sólo el obligado por la urbanidad dentro del ámbito magisterial en el que nos movíamos como colegas. Hacia mediados de los noventa formamos parte del primer grupo que estudió la maestría en Historia impartida en La Laguna por la Ibero Ciudad de México. Fueron dos años muy importantes para mí, aunque no me sentía, ni me siento ni me sentiré historiador. Digo que fueron años valiosos porque allí, entre otras personas a quienes estimo/admiro mucho, estaba Laura. Coincidir en un aula como compañeros de clase me dejó apreciar mejor sus virtudes: gran disposición al diálogo, interés por todo el conocimiento humanístico, disciplina para encarar proyectos y respeto indeclinable a la opinión/condición de los demás. En las clases que compartí con ella la percibí como una de las mentes mejor amuebladas para atender la densidad de la teoría y la filosofía de la historia que recibíamos como alumnos. En aquellos dos años de condiscipulazgo creo que logramos establecer un trato de amistad y respeto que se ha mantenido durante décadas.

En medio de las actividades docentes y administrativas desarrolladas dentro de la Ibero Torreón, Laura prosiguió con su formación de historiadora y luego de la maestría atravesó con las mejores notas su doctorado, grado que concluyó con una tesis brillante. Además de la docencia, que nunca ha dejado, se desempeñó en cargos vinculados con la gestión de la vida académica. Mientras esto pasaba, no dejó de publicar en la prensa local y en libros de su autoría. Pese a trabajar en la misma universidad, nos veíamos poco, pero siempre que coincidíamos me extendía un trato respetuoso e inteligente.

Fue hacia finales de 2017 cuando Laura fue propuesta para coordinar, además de la investigación institucional, el Archivo Histórico Juan Agustín de Espinoza, sj, de la misma Ibero Torreón. Junto con esto, mi área, la editorial, fue fusionada a la de Laura y ella pasó a ser mi superordinada directa, lo cual no modificó un ápice el trato respetuoso e inteligente de siempre. Hoy, pues, hacemos equipo en el trabajo, y a la hora de encarar los proyectos laborales jamás he sentido de su parte algo distinto al compañerismo y la solidaridad.

Lagunera, Laura es socióloga, maestra y doctora en Historia por la Ibero Ciudad de México. Académica de tiempo completo en la Ibero Torreón desde 1990. Actualmente, como dije, es coordinadora del Centro de Investigaciones Históricas y de la Dirección de Investigación Institucional. En 2012 fue distinguida con la medalla al Mérito Académico “David Hernández”. Obtuvo el primer lugar en el certamen nacional de ensayo Susana San Juan, en 1999. Entre otros, ha publicado Entre lo público y lo privado (Ibero Torreón), Hermila Galindo, una mujer moderna (Conaculta), Teatro Martínez, patrimonio de los mexicanos (Fineo) y el libro conmemorativo de los 75 años de la escuela Carlos Pereyra.

Nació el 25 de junio de 1962, así que hoy, en su cumpleaños sesenta, me enorgullece presumirla como compañera de trabajo, como socióloga e historiadora, como maestra y funcionaria académica, y para mí, principalmente, como amiga.

Felicidades para Laura y muchas gracias por su lúcida amistad.