La hoja de vida breve de Lucila Navarrete Turrent describe una trayectoria rica en frutos. Torreonense, joven, es investigadora, docente y periodista cultural. Ha impartido clases en el Colegio de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la Universidad de la Comunicación, la Universidad Iberoamericana Puebla y el Instituto Superior Intercultural Ayuuk. Es licenciada en Comunicación por la Ibero Torreón; maestra y doctora en Estudios Latinoamericanos por la UNAM en el campo literario. Ha realizado estancias de investigación en la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina sobre temas relacionados con autores de la tradición literaria cubana. Cuenta con diversas publicaciones en revistas arbitradas e indexadas, como Cuadernos Americanos, la Revista Surco Sur y Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica. Asimismo publica periódicamente para Casa del Tiempo y Cuadrivio. Actualmente se desempeña como profesora de asignatura del área de Humanidades de la Ibero Torreón.
A esta semblanza
quiero añadir que fue mi alumna en la universidad, que hoy es mi amiga y —lo
digo con orgullo— una colega de la que aprendo un buen cada vez que dialogamos.
Debido a sus estudios de posgrado, Lucila se ausentó de La Laguna durante más
de diez años, pero ahora que está de vuelta ha venido a sumar entre nosotros una
voz que poco a poco se torna imprescindible. Agudísima crítica, tenaz buscadora
de información y notable escritora, es además un ser humano sensible y
propositivo, y una mujer con visión feminista de avanzada. Apenas a unos días
de su retorno a Torreón, hecho que en esta semana cumple exactamente un año, se
incorporó a la docencia en sus más diversas modalidades: como maestra
universitaria y como instructora en cursos y talleres.
Según he podido
percibir, el reencuentro con su tierra le ha permitido valorar y en muchos
casos revalorar lo que somos, nuestra laguneridad,
por llamarla de algún modo. Si uno, por cercanía profesional o afectiva sabe de
las andanzas de Lucila en el año que va de julio de 2018 a julio de 2019,
advertirá que ya fatigó en bicicleta toda La Laguna, que ya ascendió El Centinela,
que ya presentó libros aquí y allá, que igual ya dio conferencias, se vinculó
con colectivos y publicó en revistas, por lo que recién ganó el Premio Estatal
de Periodismo. Lucila vino en suma a favorecernos con su alentador entusiasmo.
Ojalá no lo pierda y nos lo siga contagiando.