En
estos días corrió por los medios electrónicos y las redes el video de un
programa televisivo argentino. En él, ocho panelistas y un moderador (es un
decir, pues el más inmoderado era él) debatían sobre la calidad del futbol
mexicano. Según varios, no todos, de los alebrestados opinantes, nuestro futbol
es una “mierda”, una “cagada”, un espectáculo “inmirable” pues nuestros
jugadores “no marcan”, “no defienden”.
Sé
que prestar atención a esos pelotudos es una pelotudez, pero no puedo no ceder
a la tentación de comentar lo que me parecen tales burros hablando desde el
desconocimiento y la víscera. Para empezar, es necesario puntualizar que tipos
como esos, que hablan de futbol y luego, sin cortinilla, pasan a mostrar su
xenofobia generalizada, abundan en los medios electrónicos de todas partes. Los
programas gritones de tipo panel son perfectos para el pensamiento
deshilachado, para el ex abrupto como única forma de la discusión. Los
participantes suelen ser tan elementales que no ven contradicciones obvias:
¿cómo pueden decir que el futbol mexicano es una “mierda” y al mismo tiempo
afirmar que jamás han visto un partido? Es como decir que el mate sabe horrible
sin haberlo probado. Estúpido. Luego, sin solución de continuidad y ya entrados
en insultos a todo lo mexicano, ¿cómo pueden asegurar que lo único bueno de
México es el Chavo del 8? Quien piense/diga eso es idiota, sin más.
A
diferencia de ellos, puedo decir que he visto futbol argentino y gracias a esto
me resulta viable asegurar que salvo tres o cuatro equipos (Boca, River, San
Lorenzo, Independiente, quizá Racing y/o Central), todos los demás son modestos,
sin que esta afirmación conlleve ánimo agresivo. ¿O quieren que diga que Tigre,
Quilmes, Chacarita, Rafaela y Banfield son lo mismo que Boca o River? No, no
son lo mismo, e igual les quedan lejos, en todo sentido, incluido el económico,
clubes como América, Guadalajara, Cruz Azul, Monterrey, Tigres, Pumas, Toluca, Santos,
Atlas, Pachuca y varios más.
Uno
de los panelistas, acaso el único sensato, intentó contradecir al moderador.
Dijo que en la Libertadores los mexicanos llegan a las finales. Otro lo cortó
de inmediato y señaló que es imposible jugar en México debido al largo viaje de
“40 horas”. No reparó en que se trata de juegos a visita recíproca y que el
vuelo dura nueve horas. Puro etnocentrismo babotas, imbecilidad sin atenuantes.