Publiqué este texto en el
más reciente número de la revista Nomádica. Sigo pensando que la producción escrita
del doctor Corona Páez es notable en razón de su abundancia, su rigor y su
originalidad. Esto ocurre por ejemplo en su libro mayor, cuya portada ilustra
este post; esta obra es la más documentada sobre la zona del México colonial
que mejor explotó la vitivinicultura. En España, en Francia, en Chile y otros
países hay especialistas que lo aprecian como estudio modelo; acá, en La
Laguna, tierra de su autor, todavía se le regatea mérito. Pero bueno, así pasa
con frecuencia, nadie es profeta...
El
doctor Sergio Antonio Corona Páez (Torreón, Coahuila, 12 de octubre de 1950-Ibid., 1 de marzo de 2017) publicó
numerosos libros individuales y colectivos. Sus frutos como investigador del
pasado lagunero son pues, en cantidad, objetivamente, lo más abundantes entre
los que han sido producidos sobre nuestro entorno, y en calidad, esto lo afirmo
subjetivamente y sin creer que se trata de una sobreponderación inmerecida,
básicos para comprender mejor lo que fuimos y acaso lo que somos como región.
Creo
preciso establecer tres periodos simétricos en la producción de este
historiador. De las casi dos décadas que dedicó a la armazón de libros, los
primeros seis años (de 1997 a 2003) ocupan una etapa que podemos llamar
preparatoria, formativa. La segunda parte, los seis años que van, más o menos,
de 2004 a 2010, es la del asentamiento, la etapa en la que ofrece sus obras más
logradas. En la tercera aparecen títulos en los que prosiguió su labor en una
derivación hacia lo didáctico y étnico-identitario.
En
cuanto a la etapa inicial, ya sus primeros libros son valiosos y mostraron las
armas metodológicas que como estudioso de la historia tuvo el doctor Corona
Páez. Entre otros títulos puedo recordar El
águila y la doncella: las fundaciones de México (Brecha, colección Ave
Fénix. número 3. Torreón, 1997); San Juan
Bautista de Los González Cultura material. Producción y consumo en una hacienda
saltillense del siglo XVII (coedición del Archivo Municipal de Saltillo y
la Universidad Iberoamericana Plantel Torreón. Editorial del norte mexicano.
Torreón, 1997); Ríos de gozo púrpura.
Vitivinicultura y cotidianidad en Santa María de las Parras (coedición de
la Secretaría de Educación Pública de Coahuila y el Archivo Municipal de
Saltillo. Saltillo, 1998); Una disputa
vitivinícola en Parras (1679) (Colección Lobo Rampante. Número 1. Coedición
Universidad Iberoamericana Torreón y Ayuntamiento de Saltillo. Torreón, 2000); Censo y estadística de Parras (1825) (Colección
Lobo Rampante. Número 2. Coedición Universidad Iberoamericana Torreón e
Instituto Municipal de Cultura de Saltillo. Torreón, 2000); Tríptico de Santa Maria de las Parras (paleografía
de Manuel Sakanassi Ramírez. Colección Lobo Rampante Número 4. Coedición
Universidad Iberoamericana Torreón y Ayuntamiento de Saltillo. Torreón, 2001); Viñedos y vendimias en la Nueva Vizcaya. Los
privilegios otorgados a sus cosecheros por la corona española en el siglo XVIII
(Colección Lobo Rampante Número 7. Universidad Iberoamericana Torreón, 2003).
El
segundo periodo trae consigo libros que me atrevo a calificar como fundamentales
en el corpus historiográfico sobre La Laguna: La vitivinicultura en el pueblo de Santa María de las Parras.
Producción de vinos, vinagres y aguardientes bajo el paradigma andaluz (siglos
XVII y XVIII) (Consejería del Trabajo de la Embajada de España en México.
Parque España de La Laguna. Club Deportivo Hispano Lagunero. Grupo Peñoles.
Grupo Soriana. Grupo Modelo. Sanatorio Español. Torreón, 2004. Galardonado con
el “Gourmand World Wine Books Award” como el mejor libro de historia de las
bebidas en México, 2011); El país de La
Laguna. Impacto hispano-tlaxcalteca en la forja de la comarca lagunera (Consejería
de Trabajo de la Embajada de España en México. Parque España de La Laguna. Club
Deportivo Hispano Lagunero. Grupo Peñoles. Grupo Soriana. Grupo Modelo.
Sanatorio Español. Torreón, 2006); Apuntes
sobre la educación jesuita en La Laguna: 1594-2007 (Universidad
Iberoamericana Laguna. Torreón, 2008).
Por
último, en los años que van de 2010 a 2016, el historiador lagunero abandona un
tanto la ruta de la vitivinicultura en el sur de Coahuila y trabaja en dos
vertientes: el didáctico, con Cultura y
pasado. Consideraciones en torno a la escritura de la historia (Universidad
Iberoamericana. Ayuntamiento de Saltillo. Universidad Autónoma de Coahuila. Saltillo,
2014), y el étnico-identitario, con Padrón
y antecedentes étnicos del rancho de Matamoros, Coahuila, en 1848 (Escuela
de Ciencias Sociales de la UAC y Universidad Iberoamericana Torreón, Torreón,
2012) y El rancho de la Concepción.
Trashumancia laboral: factor del proceso de formación de una identidad regional
lagunera, siglos XVIII y XIX (Universidad Iberoamericana. Torreón, 2016).
No
cito aquí, obviamente por falta de espacio, los casi incuantificables materiales
que publicó en libros académicos colectivos, en el blog Crónica de Torreón y en
la prensa lagunera. Por todo, la desaparición física del doctor Corona Páez ha
sido, y sigue siendo, una pérdida dolorosa, pero queda su obra, una obra que
sin duda seguirá vigente y creciendo en importancia con el pasar de los años.