Hace algunos días no
pude contener la urgencia de comentar esto en una de mis redes: “En estos días
he tenido tiempo para caminar con más calma la ciudad, Torreón, su centro
histórico y algunas otras zonas, y la verdad es lamentable el abandono en el
que se encuentra. Luce más que sucia, pestilente y chamagosa, con huellas de
desaseo por todos lados, como si jamás pasarán escobas sobre sus calles y
banquetas. De todos es bien sabido que en el último año de gobierno disminuye
la obra pública y opera el tácito ‘Año de Hidalgo’ (chingue a su madre el que
deje algo), más cuando viene un gobierno de otro partido, pero una cosa es no
invertir tanto y otra es abandonar, desamparar. La ciudad no tiene trabajadores
que le den una limpiada ni gobernantes que terminen dignamente su
administración. Ya no alcanza ni para eso mientras la dejan sin un clavo con el
fin de que Zermeño se las vea negras”.
Creo que no exageré. El
centro histórico de Torreón, por no decir todo Torreón, se ve demacrado, en el
olvido. No hallo la razón de fondo, pero aventuro esta hipótesis: desde que
construyeron la nueva presidencia se desplazó el interés de las autoridades.
Poco antes de 2012 había algo de
limpieza desde la Zaragoza o la Valdez Carrillo hasta la Colón. Con el
nuevo edificio de la alcaldía, el interés fue focalizado de la Leona Vicario a
la misma Colón, así que quedó en el abandono todo el entorno de la plaza de
armas. Basta caminar por ese rumbo para constatar que la mugre está adherida al
suelo, que debido a la basura, el polvo y todas las combinaciones posibles de
grasa es imposible invitar a los visitantes sin sentir algo de vergüenza por el
horrible espectáculo del descuido.
Como muchos, he tenido
la suerte de viajar a otras ciudades importantes y ver que al menos el rumbo de
sus centros luce limpio, digno. En algunas he visto que muy temprano, casi en
las madrugadas, hay cuadrillas que con equipos (camiones, mangueras, escobas…)
limpian regularmente aquellos lugares donde, se supone, paseará el turismo. ¿No
tiene Torreón para una escuadra de limpieza que rescate del olvido el centro
histórico? ¿Por qué sólo interesa la Plaza Mayor y sus inmediaciones más
cercanas? ¿Es posible llevar a un visitante al Museo Arocena sin sentir que en
los alrededores todo está muy sucio?
El resultado de la
elección pasada fue brutal en contra de la administración saliente. Eso es irreversible,
pero todavía puede, si hubiera algo de vergüenza, asear el centro, al menos
eso.