Los
caminos de la coedición son venturosos. Gracias al esfuerzo conjunto del Teatro
Isauro Martínez, la revista Nomádica
y la Universidad Iberoamericana Torreón tenemos a marced un libro más sobre el
entorno de nuestra comarca. Los textos de Héctor Esparza y Armando Monsiváis
integrados en Nómadas de papel. De la
cima a la sima: por los caminos de la crónica permiten al lector un
recorrido por los ámbitos naturales que nos cupieron en suerte, espacios que
por lo general olvidamos sobre todo quienes vivimos en la mancha conurbada.
Se
trata pues de un libro con textos periodísticos en los que —al margen del
autoescarnio que hace grata la lectura y honra a sus autores— son pintados de
maravilla muchos lugares próximos, y no tanto, a La Laguna y sus alrededores.
Recibí la invitación para prologarlo y no escatimé elogios para ponderar una
labor, la de Nomádica, que bien
merece, estoy seguro, nuestro reconocimiento. Así pues, pude describir la
dinámica de los trotadores del semidesierto que han sido, ya durante quince
años, Esparza & Monsiváis: “… la dupla se ha movido por las cuatro zonas
del cardinal tanto en territorio de Coahuila como de Durango, los estados que
pellizca la Comarca Lagunera. Valles, cadenas montañosas, desiertos, ríos,
cuevas, minas, puentes colgantes, haciendas fantasmales y demás parajes
hóspitos e inhóspitos han sido visitados con cámara, papel y pluma en ristre;
tales lugares están sobrepoblados por serpientes, moscos voraces, osos,
hormigas, alacranes, terratenientes, policías y demás especies sin modales que
han visto pasar los vehículos oficiales de Nomádica.
Sus dos tripulantes dan cuenta de algunas de esas andanzas en este libro y nos
muestran recovecos desconocidos de nuestro entorno, parajes en los que no deja
de latir algo de virginal, de salvaje, de nuevo y por lo tanto de inseguro,
ajeno al privilegio urbano de tener cerca, para empezar, ambulancias y
hospitales”.
Habituados
como estamos a pensar que el espacio de La Laguna se reduce a ciertas ciudades,
Nómadas de papel, al trazar crónicas
sobre espacios naturales más bien agrestes, fuerza una reflexión: en este lugar
ayuno de comodidades logramos construir, durante siglos ya, una región próspera
y de fuerte personalidad. Recordar esto, hacerlo ver a los lectores, no es
flaco mérito para un libro con perfiles periodísticos.