viernes, febrero 29, 2008

Paños menores



La foto luce espléndida en La Opinión de ayer (p. 37): un tumulto de hombres y mujeres posa para la lente y celebra el día nacional de la ropa interior. Eso en Brasilia, capital de Brasil. Por supuesto, los/las muy liberales modelos tienen una facha estética acorde a los parámetros de Dolce & Gabbana, es decir, son esbeltos(as), bien parecidos los tornillos y harto lindas las tuercas. Como sé que los mexicanos somos expertos en copiarlo todo —mucho más los días festivos que nos eviten el castigo divino de trabajar—, no dudo que pronto comenzaremos a pensar en un día de la ropa interior, pero no al estilo carioca, sino al charro y muy patriota. Me adelanto, pues, a los acontecimientos, y a los modistos del mundo (¡uníos!) les propongo algunos prediseños que nos permitirán desfilar en paños menores con respeto a nuestros valores, a nuestra idiosincrasia y a los héroes que nos dieron transa. Estos son los modelos que propongo; ojalá y firmas como Victoria Secret, Gucci, Versache o de perdida Teycon o Rimbros se animen a confeccionar tan exquisitas prendas.
Calzón Secretaría de Hacienda. Sólo en tallas extragrandes (o sea, XXXLLL). Permite tener control de todo lo que salga, sea cual sea la erogación intestinal. Por su elástico extraduro estilo faja, permite meter en cintura cualquier parte del cuerpo que quiera salirse del tamal. Son para que uno se sienta a gusto, a gustito, Agustín. De venta en cualquier lado, hasta en la miscelánea “Fiscal”.
Panti-SNTE. Con diseño de grecas charras en los bordes. Sólo para mujeres con control absoluto de su organismo. Quien los use sentirá una gran libertad de movimiento, esa libertad que se requiere para hacer y deshacer cuanto a uno se le antoje.
Bóxer Bejarano. No tiene elástico, razón por la cual es necesario amarrarlo a la cintura con una liga. Viene estampado con motivos de color verde y numerosas caras de Washington. Es tan pequeño y cómodo que uno puede guardar muchísimos en un maletín. Curiosamente, si uno lo usa puede pegar el grito de Dolores.
Brasier Marta’s. Excita a los más zorros. Este finísimo artículo de lencería lo pueden usar las mujeres con deseos de empoderamiento inmediato. Aunque se tenga busto chico, viene con acolchonado interior, lo que facilita a la usuaria semejar que está en periodo amamantador de bebés. Las copas vienen muy picudas, casi como las botas de un vaquero.
Tanga Filipina. Pese a que fue diseñada para tapar las pobrezas del organismo, deja ver todo. Viene en tallas muy pequeñas y apretadas, así que reprime demasiado a las masas y no deja al cuerpo en paz, sobre todo si uno se pone de Hinojos.
Braga Juancamilito. Producto de importación fabricado en España. Es de las prendas íntimas de más alto precio en el mercado. Quienes la usan, de inmediato tienen aspiraciones por colocarse bragas de mayor calidad. No cualquiera se acostumbra a ella; es necesario estar impuesto.
Trusa Pejelacoste. Muy económica, austera, pero llama mucho la atención. Todo mundo dice ignorarla, pero la verdad es que cualquiera se le queda viendo y habla de ella. Recomendable para quienes tienen los destos demasiado grandes y causan mucho escándalo entre las señoritas de la vela perpetua. De tremenda durabilidad: el tiempo y el desgaste de la publicidad adversa le hacen lo que el viento a Juárez.
Hilo dental Ruth’s. Tan delgado que apenas es exhibido y ya queremos tocarle las piernas a quien lo porta. Su extrema fragilidad permite que caiga a la menor negociación y órale, pa’dentro, chile mugriento.
Guardapedos Innombrable. Es el favorito en las playas nudistas. Cuesta mucho, pese a su aparente modestia. Su característica principal es la invisibilidad y la resistencia, pues llega a durar hasta 25 años sin dejarse ver ni ser destruido. Aunque uno se lo ponga, no deja de verse el deste, el calvo con huaraches, o sea, el pelón con suelas.
Bóxer AK-47. Ideal para quienes tienen la manía de disparar demasiado por la canal postrera. Tiene por ello doble refuerzo en la retaguardia; este parche es color oro Rolex, para ayudar al camuflaje. Sólo para gente muy discreta, aunque emprendedora y exitosa.