Hallábame en la ingesta de sendo (“sendo” como adjetivo mal usado, al estilo de la raza nostra, para querer decir “grande”) lonche cuando en la tele del restaurantucho sintonizaron Galavisión. Estaba un programa llamado 12 Corazones. En él, una conductora no tan fea de cara y buena pierna, con gestos y alaridos imbéciles anima a hombres y mujeres a coquetearse y exhibirse seudosensualmente para que cada uno encuentre a “la pareja de sus sueños”. Pensé, ya sin dolor: “Uta, toda la perra semana tratando de hacer algo por la méndiga cultura para que la tele nos salga todos los días con esta mierda. ¿Desde hace cuánto perdimos la batalla?”. Pero bueno, ahí estaban las chicas y los chicos tratando de hacer divertida su falaz búsqueda de amor, y yo, mientras tanto, pegándole tristón y apático al “sendo” mixto que pedí.
El programa empeoró, lo que me parecía imposible cuando oí a la conductora. Un astrólogo de túnica negra, barba de candado, collar esotérico y rasgos de gay otoñal aparecía en su segmento para describir el destino inmediato de cada signo. Al escucharlo recordé que en los viejos tiempos de mi formación como editor proyecté con el amigo Óscar Fernández una especie de horóscopo al revés, o sea, más realista. No sé si lo consumamos, pero esta vez, mientras le daba tarascadas a mi lonche, sobre una servilleta me convertí, sin bola mágica ni nada, en una especie de Wálter Mercado de la desdicha. Salió esto:
Aries. Estás hasta el tope de deudas y no tendrás para pagarlas. Los intereses crecerán inexorablemente y los telefonistas chilangos del banco cada vez te amenazarán más con embutir tu nombre en el buró de crédito. Trata de conseguir dinero para embriagarte y evadir ese problema.
Géminis. En tu trabajo correrá el rumor de que viene un recorte de personal, y como sabes que no lambisconeas a tu jefe inmediato, intuyes que dentro de poco te van a propinar una patada en las carnosas. Ve pensando en comprar un carrito de hamburguesas con lo que recibas de liquidación.
Tauro. Ten cuidado, pues hay muchas posibilidades de que le des un llegue con tu Brasilia a una Navigator o a cualquier otro coche estilo empresarial y/o narco. Procura alejarte de esos vehículos, pues bien sabes que nunca has tenido seguro de daños a terceros ni de nada. Apenas tienes para comer y para echarle cincuenta varos de gasolina verde a la Brasilia.
Capricornio. Aguas. Te van a armar una grillota bien gacha en el trabajo. Como eres responsable, llegas temprano y nunca faltas, pero no eres el favorito del gerente (un pendejo que es yerno del dueño), los mafiosos de tu área se organizarán para esfumar unos papeles importantes y pudrirte. No tienes escapatoria. Ni dios te salva de ésta. Resígnate.
Virgo. Verás que a tus compañeros de trabajo les aumentan el sueldo y les entregan reconocimientos pese a que son unos auténticos güevones con “g” de güey. Es imposible que trates de revertir este problema. Estás en México, recuérdalo.
Cáncer. Te llegará un documento en el que te cobran algo que no compraste. Harás muchas llamadas para aclarar la situación, pero los asquerosos ratones que te contestan no dejarán de amagarte con un embargo. Más vale que te vayas comprando unas pastillas contra el insomnio.
Sagitario. Ni se te ocurra salir de casa. Todos los astros se han confabulado para que te vaya del asco el día de hoy. Inventa que tienes chorrillo; la gente se ríe, pero entiende tu malestar y perdona que no salgas.
Y así los otros signos; un simple horroróscopo para mexicanos.
El programa empeoró, lo que me parecía imposible cuando oí a la conductora. Un astrólogo de túnica negra, barba de candado, collar esotérico y rasgos de gay otoñal aparecía en su segmento para describir el destino inmediato de cada signo. Al escucharlo recordé que en los viejos tiempos de mi formación como editor proyecté con el amigo Óscar Fernández una especie de horóscopo al revés, o sea, más realista. No sé si lo consumamos, pero esta vez, mientras le daba tarascadas a mi lonche, sobre una servilleta me convertí, sin bola mágica ni nada, en una especie de Wálter Mercado de la desdicha. Salió esto:
Aries. Estás hasta el tope de deudas y no tendrás para pagarlas. Los intereses crecerán inexorablemente y los telefonistas chilangos del banco cada vez te amenazarán más con embutir tu nombre en el buró de crédito. Trata de conseguir dinero para embriagarte y evadir ese problema.
Géminis. En tu trabajo correrá el rumor de que viene un recorte de personal, y como sabes que no lambisconeas a tu jefe inmediato, intuyes que dentro de poco te van a propinar una patada en las carnosas. Ve pensando en comprar un carrito de hamburguesas con lo que recibas de liquidación.
Tauro. Ten cuidado, pues hay muchas posibilidades de que le des un llegue con tu Brasilia a una Navigator o a cualquier otro coche estilo empresarial y/o narco. Procura alejarte de esos vehículos, pues bien sabes que nunca has tenido seguro de daños a terceros ni de nada. Apenas tienes para comer y para echarle cincuenta varos de gasolina verde a la Brasilia.
Capricornio. Aguas. Te van a armar una grillota bien gacha en el trabajo. Como eres responsable, llegas temprano y nunca faltas, pero no eres el favorito del gerente (un pendejo que es yerno del dueño), los mafiosos de tu área se organizarán para esfumar unos papeles importantes y pudrirte. No tienes escapatoria. Ni dios te salva de ésta. Resígnate.
Virgo. Verás que a tus compañeros de trabajo les aumentan el sueldo y les entregan reconocimientos pese a que son unos auténticos güevones con “g” de güey. Es imposible que trates de revertir este problema. Estás en México, recuérdalo.
Cáncer. Te llegará un documento en el que te cobran algo que no compraste. Harás muchas llamadas para aclarar la situación, pero los asquerosos ratones que te contestan no dejarán de amagarte con un embargo. Más vale que te vayas comprando unas pastillas contra el insomnio.
Sagitario. Ni se te ocurra salir de casa. Todos los astros se han confabulado para que te vaya del asco el día de hoy. Inventa que tienes chorrillo; la gente se ríe, pero entiende tu malestar y perdona que no salgas.
Y así los otros signos; un simple horroróscopo para mexicanos.