Esto
apunta el Diccionario de la Real Academia
Española sobre la palabra evento:
1. m. acaecimiento.
2. m. Eventualidad, hecho imprevisto, o que puede acaecer.
3. m. Suceso importante y programado, de índole social, académica, artística deportiva. U.
m. en Am.
Es
decir, admite que evento es “Usado
más en América” (U. m. en Am.) como “Suceso importante y programado, de índole social, académica, artística o
deportiva”. Es prudente señalar que, contra lo que permite el DRAE,
debemos evitar ese uso por la imprecisión en la que incurrimos, dado que, en su
origen y hasta no hace mucho, evento
sólo fue un “hecho imprevisto, o que puede acaecer”, y no algo programado. De
hecho, su etimología es ex-ventus,
“algo que viene de fuera”, o sea, que irrumpe por sorpresa. Además, y esto es
más grave, debemos evitarlo sobre todo debido al empobrecimiento de nuestra
expresión, dado que evento ya
equivale a toda actividad programada y no a una actividad específica:
exposición, muestra, carrera, presentación, mesa redonda, conferencia,
etcétera. Veamos algunos casos; notemos que en vez de evento podemos escribir lo que específicamente es cada actividad
(cambiemos la palabra evento por la
que aparece entre paréntesis):
“Imágenes
de la fe” es el evento que ayer fue inaugurado en la escuela (la exposición).
Los
participantes en el evento fueron tres doctores y un moderador (la mesa
redonda).
Fue
un evento muy competido (una carrera).
En
el evento destacó el escritor Martín Pérez (la presentación).
El
evento fue patrocinado por la empresa (la conferencia).
En
un texto determinado, la palabra evento
puede ser usada moderadamente, eso sí, luego de haber empleado las palabras exposición, mesa redonda, carrera,
presentación, conferencia, congreso, encuentro, foro, etcétera, según sea
el caso.
Los
siguientes son ejemplos de uso preciso de la palabra evento:
La
tormenta de anoche fue uno de los eventos más desastrosos en este año.
En
el evento colisionaron dos vehículos de pasajeros.
Esos accidentes fueron una desafortunada serie de eventos.