La
cuarentena, elásticamente extendida ya a seis meses, ha golpeado un montón de
economías grandes, medianas y pequeñas. Una de ellas se relaciona con la lucha
libre. Como adicto a este espectáculo tengo mis contactos y sé que en este
periodo los luchadores la han pasado muy, muy mal, sin el ingreso por goteo que
cada fin de semana se suma al de sus jales más convencionales. Con esto quiero
decir que la lucha que sigo no es la vinculada a las grandes carteleras, a la
triple A, sino aquella desplegada por compitas del barrio en arenas populares,
sin glamour, sin marketing, sin bolsas
millonarias, a punta de voluntad, sacrificio y riesgo.
Sabido
es que La Laguna es un semillero inagotable de luchadores. Por esta razón hay tantas
funciones de lucha popular desde el jueves hasta el domingo. Con la pandemia
todas quedaron suspendidas, para mala suerte de los aficionados que en este
momento vamos para medio año sin la entrañable gritería, las semillas, la
cerveza y el zigzagueo permanente entre la risa y el peligro. Como las
carteleras se multiplican allende y aquende el lecho del Nazas, no las conozco
en su totalidad, pero puedo hacer una breve descripción de las cuatro arenas que
me gustaría visitar apenas vuelva a verse la luz verde en los pancracios. En
orden según mi preferencia, va la breve lista:
4.
Plaza de Toros de la colonia Moderna, en Torreón. La función dominical, que
comienza cerca de las ocho, no suele ser muy concurrida. Presenta cuatro
pleitos, todos con luchadores de la localidad. El espacio disponible es tan
grande, sobre todo en la parte de arriba, que es casi imposible el tumulto. El ring
es montado sobre el redondel de la plaza y las localidades más caras son
ubicadas sobre la arena real, así que es como ver una lucha en el desierto.
3.
Arena de la colonia Aviación, en Torreón. No apta para modosos. Es una especie
de taller mecánico habilitado con un ring donde los gladiadores luchan casi a
ras de público. Todo se oye como si se desarrollara en el patio de nuestra
casa, sin eufemismos ni mesuras. Aquí la lucha alcanza la sima de la
autenticidad más populosa. Su cartel es programado para los domingos a las
ocho.
2.
Arena Azteca de la colonia San Marcos, en Torreón. Con estacionamiento algo
complicado, esta arena ha sido muy bien montada por dentro, con excelente ring,
buen audio y juego de luces y una dulcería que da para no parar de consumir
golosinas durante toda la función. Tiene un elenco de excelente nivel, tal vez el
mejor de su tipo en La Laguna. Igual, su cartel suele ser programado para los
domingos a las ocho.
1.
Arena Olímpico Laguna, en Gómez Palacio. Tal vez la más vieja y tradicional de
La Laguna. Su función insignia se da todos los jueves a partir de las nueve de
la noche y dura hasta las doce. Tiene un cartel casi monolítico, pero
increíblemente propicio para la gritería. Su acústica y su aspecto vetusto la
hacen muy especial, casi un sitio turístico al modo de las pirámides o algo
así. No recomiendo las primeras filas, demasiado cercanas al ring. Es, por
mucho y pese a todo, mi favorita.