miércoles, julio 25, 2018

Modelo mexicano















Cuando la concentración de la riqueza hace monstruosa la desigualdad y alienta el malestar social, los gobiernos de derecha han encontrado una receta que bien podemos denominar mexicana: militarizar, sacar al ejército a las calles y así contener —ya inhibiendo, ya actuando— las posibilidades de protesta. En México, lo sabemos bien, este método fue impulsado en el amanecer del sexenio calderonista que articuló, para justificarse, el relato de la guerra contra la delincuencia, particularmente contra el narcotráfico; una de las lecturas que se han impuesto sobre esa peculiar medida fue, sin embargo, muy distinta: Felipe Calderón sacó militares a las calles porque temió, con justa razón, que su precaria legitimidad fuera puesta en entredicho y más valía, para él, tomar las debidas precauciones. En sus seis años de gobierno no se obtuvieron los resultados que en teoría se iban a obtener simplemente porque no era lo buscado. Al contrario, esos años estuvieron llenos de plomo y sangre, y casi todo el país padeció los estropicios de la barbarie.
Luego, llegado el turno de Peña Nieto, la militarización continuó en pie y el mapa de la violencia siguió teñido de rojo: los muertos y los desaparecidos se cuentan hoy en cifras de varios dígitos y es fecha que no acusan el menor asomo de decremento. En tal escenario apareció la llamada Ley de Seguridad Interior, una ley que casi doce años después legaliza la presencia militar en las calles más allá de las funciones delimitadas por la Constitución. Si hacemos caso al discurso de López Obrador, parece que dentro de unos meses la milicia volverá a los cuarteles y el ataque a la delincuencia organizada se dará en el marco legal del que nunca debió salir.
Pues bien, el modelo mexicano está siendo habilitado ahora en países como Argentina, donde el presidente Mauricio Macri ha decidido sacar al ejército a sus calles con la excusa de una guerra contra la delincuencia. Lo curioso es que la iniciativa se da cuando su modelo económico está a la puerta del colapso, cuando ya se prefigura el aumento de la protesta social ante la evidente catástrofe de sus políticas, todas antipopulares. Roberto Navarro, periodista, ha explicado que la medida se debe a que ha terminado el blindaje mediático para Macri luego de un escándalo por financiamiento irregular a su partido (Cambiemos), y El Manifiesto Argentino, organización política, ha advertido “que la injustificable e indefendible decisión de que las FFAA vuelvan a intervenir en conflictos internos, pone en peligro la convivencia de la sociedad y la paz de la República, constituyéndose en el más grave atentado contra la democracia desde la caída de la dictadura”. Sea como sea, el caso es que el peligroso modelo mexicano ya está siendo importado en otros rumbos donde curiosamente la crisis económica justifica la protesta.