Hay altas posibilidades de que Santos Laguna obtenga esta
semana el campeonato, su sexto, de la Liga mexicana de futbol profesional. No
es seguro, claro, pues enfrente está un equipo, Toluca, que desde hace varios
lustros ha disputado como los laguneros un buen número de liguillas y finales.
Pese a la fortaleza de los rojos, sin embargo, los santistas han demostrado que
están para campeones, que su buen futbol se ha combinado con un entusiasmo que
roza la locura y eso puede provocar el resultado que anhela La Laguna.
Como debo ser optimista y esperar buenas noticias dado mi
lugar de nacimiento y residencia, creo que, si el equipo de la comarca se alza
con su sexta estrella, será una de las más valiosas que haya conseguido en sus
exactos 35 años de vida como club profesional. No minusvaloro las anteriores,
pero ésta sería alcanzada tras doblegar a tres de los más poderosos equipos de
nuestro balompié: Tigres, América y, si todo sale como espero, Toluca.
El trofeo de campeón en este Clausura 2018 sería, creo, un
premio justo a la buena temporada del equipo albiverde. Comenzó con goleadas,
encumbró a Djaniny y dejó ver un juego de conjunto vistoso y eficaz. Cierto que
hubo un bache en las últimas semanas, sobre todo por la lesión de Néstor
Araujo, lo que disminuyó la defensa hasta la adaptación de Alcoba, y
ciertamente también porque el equipo se relajó luego de conseguir con tanta
anticipación su pase a la liguilla. Al final de la temporada quedó en cuarto
sitio, tuvo al campeón goleador y fue nada menos que contra el quinto: Tigres,
conjunto armado con todos los recursos para ser campeón. Lo que pasó ya lo
sabemos: Santos Laguna fue derrotado en el Volcán por 2 a 0, pero en la vuelta,
ya en el Corona, los de casa dieron su mejor partido de la década, y no
exagero: tenían diez hombres y dos goles en contra, e hicieron la hombrada de
anular a los universitarios y pasar a semifinales.
La semana pasada tuvo también su grado de dificultad, pues
encararon al América con la desventaja de cerrar como visitantes. El 4 a 1 de
la ida fue el marcador clave, pues en el Azteca, un poco con ayudita del
silbante que marcó un penal dudoso, el equipo de Coapa ya se estaba
insubordinando. Los santistas lograron contenerlos y en el segundo tiempo
llegaron incluso a secarlos, de suerte que el América quedó fuera.
Sigue, pues, Toluca, que en teoría tuvo una liguilla más laxa
contra Morelia y Tijuana. Si Santos Laguna pone la cereza del pastel, insisto,
será uno de los campeonatos más meritorios de su joven y exitosa historia.
Ojalá, ojalá.