Claudia
Soto y Elena Palacios son dos escritoras laguneras con un empuje envidiable. En
un tiempo en el que se alienta el “emprendedurismo” (quizá la palabra más espantosa
en los usos del infraespañol actual), ellas han decidido abrazar un proyecto
que más que dividendos materiales deja, para nuestro asombro, frutos
espirituales hoy ni siquiera bien aquilatados pues se relacionan con el gusto
de escribir y de leer. Lectoras, escritoras, asistentes a talleres,
presentadoras, Elena y Claudia ahora han conjuntado sus entusiasmos para crear,
desde abril de este año, el proyecto Leer Libres Ediciones, cuyo primer
producto es una serie de plaquettes
con obra de ellas mismas y de escritores locales.
Aunque
César Aira alguna vez confesó que la promoción de la lectura le parece un
empeño baldío y en buena medida lo es dada la mayoritaria indiferencia al
consumo de libros, no deja de ser meritorio que algunos prefieran creer con
pasión en que todavía es viable estimular sobre todo a los jóvenes para que
lean, como pasa con Elena y Claudia. El fruto de cualquier esfuerzo de este
tipo siempre parecerá magro, pero es indudable que aún es posible sumar
adeptos.
En
el editorial de su primera plaquette
(plaquette es el galicismo que se usa
para designar una publicación de pocas páginas, generalmente grapada), las
autoras señalaron que “Esta publicación quiere ser una sencilla aportación al
campo literario de La Laguna, pues consideramos que este tipo de esfuerzos nunca
están de más para conseguir que la literatura llegue a más personas en nuestra
comunidad”. E inmediatamente después dan idea del contenido que abrazarán: “La
Plaquette de Leer Libres tiene la finalidad de entretener con cuentos,
recomendaciones de lectura y reseñas de libros, ejercicios de escritura y
pasatiempos lúdico-literarios”.
Tengo
y leí ya los tres primeros números (abril, mayo y junio de 2024) del
cuadernillo de Leer Libres. Sé que ya van para su número seis o siete, todos
con materiales de escritoras y escritores laguneros. Contienen sobre todo
relatos y pequeños ejercicios verbales y literarios, materiales que nos ayudan
a conocer nuevos autores y, sobre todo, a convivir con lo mejor del ser humano:
la palabra.
Gracias a Elena y a Claudia por insistir en que leamos libres.