En
medio del temor y la incertidumbre, en medio de la inédita rareza traída por la
pandemia, no falta cancha para el humor que mitiga un poco el aislamiento y la
monotonía de las presentes horas. Llega por cualquier lado, sin que lo
busquemos, ya como una presencia habitual en nuestras vidas. No todo tiene la
misma fortuna, pero hay casos en los que tras el efecto cómico se agazapan
guiños antropológicos. Por ejemplo, en diferentes formatos deambuló en las
redes un meme que en esencia trabajaba el mismo asunto: suponer edad avanzada a
quienes usan tal o cual producto y suponer también que el virus es capaz de
detectarlo y atacar. Una suposición absurda, pero eficaz en términos satíricos.
El
meme señala: “¡Eviten usar las siguientes marcas de jabones y cremas! Jean
Naté, Agua de colonia Sanborns, Jockey Club, Heno de Pravia, Maja, Brut, Pomada
de la Campana, Brillantina Brylcreem, Old Spice, Agra Brava, Wildrot, Glostora,
Mentolato. Al momento en el que el virus lo huele, ya sabe que eres un viejito
y te chinga”.
Al
ver esas marcas no puedo no admitir que las reconozco porque vi que las usaban
en mi entorno familiar y que yo mismo en algún momento me las puse encima, lo
cual revela mi edad. Recuerdo incluso sus comerciales de televisión, lo mucho
que antaño eran difundidas como marcas comunes en el tocador de cualquier
adulto. Todavía es hora en la que no me explico cómo llegó a ser tan popular la
brillantina Jockey Club (lavanda, maderas y vetiver, sus tres presentaciones)
pese a que se trataba de una jalea grasosísima, útil para aplacar el pelo en su
lugar, adherido al cráneo, pero igualmente agresivo, supongo, con el cuero
cabelludo. Supongo también que la dificultad para anularlo con el baño fue lo
que al final echó por tierra su popularidad hasta ser sustituido por los geles
con base de agua. En el meme figura el Wildrot, una crema láctea y quizá un
poco menos densa también usada como fijador de la greña. Era para hombres, y si
no recuerdo mal sus anuncios tenían como modelos al tenista Raúl Ramírez
(esposo de la miss universo venezolana Maritza Sayalero) y Miguel Marín,
porterazo argentino de Cruz Azul.
Para
las damas era regalo habitual una cajita con jabones Maja. Jamás los olí, pues
las mujeres recibían ese obsequio y nunca supe si en efecto incorporaban los
jabones a su aseo cotidiano o sólo los conservaban como adorno.
Extrañé
en la lista cierto perfume llamado Añeja Lavanda, uno de los olores más
horrendos que recuerdo. No sé si sigue existiendo, pero es un hecho que sus
efluvios ya no cuadran con los aditivos aromáticos de hoy. El caso es que hasta
los olores son históricos (y por eso afirmé que detrás de algunos memes hay un
guiño antropológico), es decir, responden a un gusto pasajero, son aprendidos.