viernes, abril 24, 2009

Felipe Solís, in memoriam



Recibo la noticia de que ayer murió Felipe Solís. Lo conocí el 12 de noviembre de 2008, cuando vino a dar una conferencia a Torreón con motivo del Festival Artístico Coahuila. Fui su anfitrión por razones laborales. Como preámbulo a su presentación, leí estas palabras preparadas ex profeso para dar la bienvenida al conferenciante frente al público. Creo que no son inoportunas:
“Tuve hoy en la mañana la oportunidad de cruzar algunas palabras con el maestro Felipe Solís, director del Museo Nacional de Antropología. La impresión que me causó fue, es muy grata. Lejos de cualquier pose, el maestro Solís sonríe, conversa, informa, pregunta. En una palabra, de inmediato entra en diálogo con el otro, siempre con esa inquietud que tienen los hombres ávidos de saber. Me informó que si bien mantiene una relación de trabajo muy estrecha con nuestro común amigo Javier Villarreal Lozano, director del Museo Vito Alesio Robles, de Saltillo, a Torreón no había venido desde hace dos décadas, cuando junto con el maestro Luis Abeleyra colaboró en la configuración del espacio que hoy nos acoge. No poco, pues, dada la importancia actual de este museo, le debemos al maestro Solís, así que, tarde y todo, pero muy sinceramente, le damos las gracias por aquel emprendimiento que tuvo como resultado el Mueso que hoy dirige también nuestra común amiga Ana Sofía García Camil.
Al currículum del maestro Solís no le queda grande el adjetivo ‘impresionante’. Es, la suya, una carrera llena de frutos. En su área no hay, prácticamente, nada que no haya hecho con buenos resultados. Y es lógico. No se puede ser director de uno de los museos más importantes del país (algunos dirán que el más importante, y no andarán errados) sin apuntalar ese cargo en méritos de toda índole. Resumo, avanzo a salto de mata por algunos de sus logros: en sus 43 años de actividad profesional, el maestro Solís se ha desempeñado como profesor-investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia con el puesto de curador responsable de las Colecciones Mexicas del Museo Nacional de Antropología, y como subdirector de arqueología de dicha institución.
Catedrático de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, de la Escuela Nacional de Restauración y de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en el Posgrado de Estudios Mesoamericanos. Ha sido profesor huésped de la Universidad de Extremadura, en España, y de la Universidad Técnica de Dresde, en Alemania. Ha participado en más de 50 exposiciones nacionales y en el extranjero generadas por el Conaculta a través del INAH y el Museo Nacional de Antropología; entre otras, Aztecs, presentada en Londres en 2002-2003; Tesori degli Azteki, en Roma en 2004; The Aztec Empire, en el Guggenhaim Museum de New York en 2004-2005, y El imperio Azteca, en el Museo Guggenhaim de Bilbao en 2005.
Como autor ha publicado medio centenar de libros de manera individual y en coautoría; entre otros, El Calendario Azteca y otros monumentos solares, junto con Eduardo Matos Moctezuma y Roberto Velasco Alonso, y La gran pirámide de Cholula, en colaboración con Roberto Velasco y Verónica Velázquez. Está en proceso de edición su última publicación: Sociedad y cultura mexicas, editadas por Cartón y Papel de México.
Autor también de más de 250 artículos de investigación y difusión, es miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística y es expresidente del Colegio de Arqueólogos de México. Fue el curador de la exposición Arte y esplendor de Teotihuacan, presentada en 2008 en Monterrey, Nuevo León…”.
De muy lejos, este modesto tributo a la memoria del maestro Solís.