Desde hace varios años tengo el hábito de escuchar a Víctor
Hugo Morales (Cardona, Uruguay, 1947). Lo busco en YouTube, sobre todo, y desde
hace varios meses, también vehiculado por internet, en “La Mañana”, su actual
programa de radio. Lo trasmite la AM750, y con esta emisión de fondo desahogo
mis abluciones matutinas y me desayuno. Conozco muy bien, por ello, la
estructura del programa, a sus colaboradores (Campana, Borroni, García,
Stopelman, Polchi, Massaro…), todo. Luego, ya en los trayectos del coche, oigo
programas mexicanos, así que en términos de radiodifusión tengo dos fuentes:
una de Buenos Aires y varias de México, de La Laguna.
Mi admiración por VHM viene de lejos, tal vez de hace veinte
años o poco más. Lo juzgo el mejor relator futbolístico de América Latina. Creo
recordar que el primer click se dio
cuando encontré su relato sobre el Gol de Maradona (uso mayúscula para nombrar ese
gol, y no tengo que decir a cuál me refiero). Diególatra contumaz, sentí un
estremecimiento al oír su descripción años después de que fue enunciada en
vivo. ¿Quién demonios era el tipo de voz grave y perfecta que había descrito la
proeza del 10 con espontáneas letras de oro? Así fui, poco a poco, ingresando
en la admiración a VHM, un sujeto con aspecto, para mí, de cantante de tangos
que además de narrar futbol como nadie puede hablar sin despeinarse de música,
política, literatura, teatro y no sé qué más. Supe asimismo que escribía, y
alguna vez compré en Buenos Aires Hablemos
de fútbol (con tilde en la “ú”, al modo de allá), libro armado junto al
maestro Roberto Perfumo.
Tiene varios libros más, algunos sobre política, como uno
titulado Miénteme que me gusta en el
que analiza la metodología empleada por el periodismo mafioso de por allá,
sobre todo el que inflige a la sociedad un señor llamado Héctor Magnetto,
especie de Al Capone porteño que para aniquilar enemigos en vez de metralletas
usa diarios y programas de radio y televisión.
Ya se me fue el espacio y apenas me queda un párrafo para lo
que quería: describir los generales de Barrilete* cósmico, el relato completo (Interzona, 2013). Es un libro muy raro tanto
en su diseño, lleno de arabescos tipográficos, como en su contenido, el relato
íntegro que VHM hizo del Argentina-Inglaterra en el Azteca. ¿Para quién puede
ser útil?, se preguntarán, y respondo: para los muchos jóvenes estudiantes de
periodismo que desean ser relatores deportivos. Este libro es una clase in situ sobre el arte de contar acciones
de volea, como vienen. En esto nadie es mejor escuela que VHM.
*Añado esta nota semántica: "barrilete" es en Argentina lo que para nosotros es "papalote" (que en náhuatl significa "mariposa") y "cometa". En mi infancia lagunera también las llamábamos "güilas".
*Añado esta nota semántica: "barrilete" es en Argentina lo que para nosotros es "papalote" (que en náhuatl significa "mariposa") y "cometa". En mi infancia lagunera también las llamábamos "güilas".