domingo, abril 20, 2025

Maricela Muñoz Ramírez


 











Maricela Muñoz Ramírez fue una hija maravillosa de Luis Rogelio y Maricela, mi hermano y mi cuñada, y una hermana adorada por Luis Rogelio. Hoy en la madrugada, Maricela, Beba, mi sobrina, partió de la vida en forma física, pero nos deja su sonrisa, su gesto siempre amable, su ejemplo de persona íntegra, sensible y solidaria. La noticia me duele, nos duele profundamente porque es lógico sentirse así ante las partidas prematuras. Tenía 37 años, trabajaba como maestra de primaria, era esposa de Miguel y sobrina y tía y amiga de muchas personas que la adoraban, que la adorábamos. ¿Por qué? Nunca lo sabremos realmente. Su cuerpo luchó en terapia intensiva, se recuperó notablemente casi nomás para despedirse con el gesto que era suyo: una sonrisa. Sé que un dolor de este tamaño no puede ser medido para calcular en quién es más profundo, a quién lastima más. El dolor ante la partida de mi sobrina es un dolor de todos los que la amamos, pero quiero pensar que de todas las personas que sufren este momento definitivo es mi hermano a quien deseo abrazar principalmente. Él ha sido siempre, durante sesenta años, mi contacto más cercano con la noción de familia, la persona con quien más he conversado de todo lo que nos atañe como hijos, hermanos, padres, amigos. Su dolor es mío, lo comparto para mitigar, siquiera ilusoriamente, el peso que lo abruma. Te amo, Luis Rogelio, y al abrazarte abrazo a tu familia y abrazo la memoria del hermoso ser humano que fue Beba, Maricela Muñoz Ramírez.