domingo, diciembre 16, 2007

Último del centenario



La presentación de Panorama desde el cerro de las Noas: siete ensayos de aproximación a la historia torreonense, ocurrirá mañana a las ocho de la noche en el foyer del Teatro Isauro Martínez. En la mesa de los comentarios estaremos Silvia Castro, Carlos Castañón y yo. En su breve pórtico, éste que es el último producto bibliográfico publicado en el marco de los festejos por el centenario de la ciudad, afirma:
“Torreón ha cumplido cien años en este 2007 y entre todos sus notables avances materiales cada vez son más evidentes y numerosos, también, sus progresos en los dominios del arte y del conocimiento. Los estudios históricos, que en sí mismos testimonian no sólo sus objetos particulares de exploración, sino también el estatus en el que se encuentra la escritura de la historia en determinada comunidad, han visto recién un florecimiento motivado en gran medida por el cada vez más sólido trabajo archivístico que nos rodea, una labor de acopio y catalogación que es el sustento de cualquier asedio al pasado.
Los siete ensayos reunidos en este libro son, precisamente, fruto de adentramientos en fuentes primarias, y sirven para testimoniar que, contra lo que se piensa, la investigación histórica es inagotable. Asimismo, permiten ver que nada ayuda más al esclarecimiento de lo que fuimos que el buceo en las aguas profundas del documento original, de ahí la importancia de nuestros acervos.
Aunque son trabajos nacidos en el seno de la Comisión de Historia formada en el marco de las celebraciones por el centenario, cada estudio se maneja con total independencia temática y metodológica. Es de resaltar que en ningún caso los autores partieron de apoyos institucionales especializados, de ahí que el resultado de estas investigaciones tenga el mérito de lo vocacional, del esfuerzo que se emprende por el más genuino deseo de obtener conocimiento.
Que estas páginas deparen al lector novedosas luces para iluminar el pasado de nuestra querida, de nuestra entrañable ciudad”.
Los trabajos que contiene el libro son, en orden, “Una perspectiva hidráulica de la historia regional. Economía y revolución en el agua de La Laguna”, de Carlos Castañón Cuadros; “Torreón bajo el fuego revolucionario”, de Silvia Castro Zavala; “Producción de algodón en la Comarca Lagunera a fines de la era virreinal y primera mitad del siglo XIX”, de Sergio Antonio Corona Páez; “Los hombres pasan, pero sus obras perduran: don Andrés Eppen Ashenborn”, de Rosa María Lack; “Torreón: economía política y sociedad (1917-1934), de Roberto Martínez García; “Los orígenes inmobiliarios de Torreón, 1886-1936”, de Javier Ramos Salas e “Intolerancia religiosa en Torreón”, de Ilhuicamina Rico Maciel.
Mi participación en la hechura de este libro tuvo sólo que ver con la labor de edición. Mentiría si dijera que fue fácil. Al contrario, dado el perfil académico de los siete trabajos que lo componen, puedo asegurar que fue un trabajo complicado. Los numerosos y complejos cuadros, las bibliografías y los anexos de las aportaciones debían ceñirse a un mínimo de unidad, y gran parte del esfuerzo por lograrla se consumió durante meses.
Como todo libro de su tipo y pese a su aparente modestia, esta obra es más que una puerta de salida una de acceso: las preguntas que despierta son cuantiosas, y en realidad creo que se trata de uno de los mejores esfuerzos colectivos por hacer historia profesional en La Laguna. Me queda la certeza, luego de trabajar con los siete historiadores, de que cada uno seguirá indagando en lo suyo, lo cual nos asegura futuros logros de similar condición, libros en los que, como en éste, el pasado todavía muy borroso de Torreón sea iluminado con estudios metodológicamente concientes de su valor científico, más que político o ideológico.
Mañana, pues, a las ocho de la noche nos vemos en el TIM. Sé que la Comisión del Centenario tiene preparada una grata sorpresa para los asistentes. No hay que faltar.