Hace
una semana me enteré en Google que Google había homenajeado con un doodle a Julio Ramón Ribeyro (disculpen
el trabalenguas). Esa cosa, el doodle,
es, según Google, esto: “Los doodles son
los divertidos, sorprendentes e incluso a veces espontáneos cambios que se
realizan en el logotipo de Google para conmemorar festividades, aniversarios y
las vidas de célebres artistas, pioneros y científicos”. El de Ribeyro fue una
sorpresa porque siento que el peruano sigue siendo un escritor algo desdeñado
pese a que se trata de uno de los mejores cuentistas latinoamericanos del siglo
XX y de siempre. Al ver su nombre en el homenaje recordé que hace como diez
años lo metí en una lista de cuentos y cuentistas para mí admirables, que hoy
comparto.
Toda
selección es, obvio, discriminatoria. Ofrezco pues esta lista de veinte cuentos
sólo para no terminar recomendando cincuenta o más. De cada autor me gustaría
citar varios, pero opté por escoger uno de cada uno para tratar de que cupiera
exactamente la veintena.
“La
carta robada”, Edgar Allan Poe
“El
Sur”, Jorge Luis Borges
“¡Diles
que no me maten!”, Juan Rulfo
“Yzur”,
Leopoldo Lugones
“Deshoras”,
Julio Cortázar
“Los
gallinazos sin plumas”, Julio Ramón Ribeyro
“Escenas
en la vida de un monstruo doble”, Vladimir Nabocov
“Enoch
Soames”, Max Beerbohm
“El
cuervero”, Juan José Arreola
“Tu
rastro de sangre en la nieve”, Gabriel García Márquez
“La
clave literaria”, María Elvira Bermúdez
“La
aventura de las pruebas de imprenta”, Rodolfo Walsh
“La
fiesta brava”, José Emilio Pacheco
“El
candelabro de plata”, Abelardo Castillo
“La
loca y el relato del crimen”, Ricardo Piglia
“La
muerte tiene permiso”, Edmundo Valadés
“El
crimen de San Alberto”, Fernando Sorrentino
“La
muerte”, Mario Benedetti
“El
caso de los crímenes sin firma”, Adolfo Pérez Zelaschi
“19 de diciembre de 1971”, Roberto Fontanarrosa