Ja, fue divertido. A mí me
tocó romper con un garrote varios cristales de bancos y de restaurantes.
Tronaban bien chingón, a madres, crach crach, mientras se oían cerquita algunas
molotovs lanzadas por los compañeros que venían un poco más atrás. Yo me divertí
sólo con los vidrios de negocios, como que de golpe le agarré gusto a pegar batazos
y ver el estallido y los añicos. Así llegamos a las jardineras de Bellas Artes,
frente al Sanborns y el Gandhi. Allí nos esperaba un grupo compacto de
granaderos. La orden había sido encararlo con más aspavientos que efectividad, pues
pura verga que podíamos atravesarlo. Lo importante es que la tele tuviera
chance de hacer tomas de la acción. En el noticiero logro verme, jaja, con el
trapo negro en la cara y todavía con el palo de quebrar vidrios en la mano. En
una toma se ve también cómo la pinche güera, toda mariguana, lanza un pedradón a la pared de
antimotines. No le hicimos ni cosquillas, pero ése no era el rollo, ya dije, sino salir locos en el video. Y lo logramos. Desquitamos la lana que esos putos nos aflojaron.
El que lo dude que oiga al Ciro. Ja, fue divertido, hicimos un buen jale.