miércoles, noviembre 03, 2010

Cadáver lleno de vida



No es por hacerle al cuento, pero lo veo venir desde 2006, desde el mismísimo bloqueo poselectoral que fue el símbolo de la “muerte política” de Andrés Manuel López Obrador. Algo escribí ya, hace un par de años, sobre ese cadáver que al parecer goza de cabal salud. Conforme se acerca el 2012, ya se está viendo, el famoso difunto no sólo parece vivo, sino agrandándose, muy vigorosito para la competencia que viene. No estaría mal sacar al sol todos los innumerables textos que lo dieron por acabado, los que después del famoso plantón dijeron que AMLO había echado al drenaje profundo su valioso capital político y las hermosas conquistas del PRD. Sería tema de una tesis: “El periodismo mexicano y los augurios fallidos de muerte política para un ex candidato: una revisión exhaustiva sobre la sospechosa unanimidad”.
No hemos llegado todavía a la agitación política que seguramente provocará el 2011 y más el 2012, pero ya deambulan por aquí y por allá algunas opiniones de analistas que por el momento operan sin presiones, de acuerdo a lo que perciben. Roy Campos, el encuestador de Consulta Mitofsky, ha publicado en El Economista un par de artículos sobre el redivivo Lázaro tabasqueño. Han sido escritos, apunta, en el contexto de la lucha electoral (“aunque digan lo contrario partidos y autoridades, la campaña ya empezó”).
En su abordaje a los despliegues que viene haciendo AMLO para colocarse como candidato sólido, Campos examina el caso del Estado de México, laboratorio donde se está midiendo el peso político del tabasqueño y la relación de fuerza entre su movimiento y el chuchismo-aliancismo-lameculismo. Campos observa lo siguiente (resumo los incisos del artículo dividido en dos partes):
1. Si una posición es la que más le reditúa es la de exhibirse como la víctima de quienes no lo quieren ver en una boleta…
2. Una contienda con Marcelo Ebrard les conviene a ambos, los dos crecen, los dos dan a conocer sus propuestas y los dos consiguen atención de medios y de ciudadanos. Estoy seguro de que las diferencias son reales y también de que habrá discusiones, pero también estoy seguro de que NO romperán, a ninguno de los dos le conviene separarse del otro y en el fondo los dos se reconocen hábiles…
3. A la dirigencia del PRD, que parecía fortalecida después de los triunfos electorales en alianza con el PAN, López Obrador los tiene en jaque en la primera parte de la partida, apenas van en la apertura y ya los puso en problemas con agresivos movimientos recordando una jugada “del pastor” o un “mate loco” (mate en cuatro y en dos jugadas respectivamente)…
4. Si el PRD decide seguir con la alianza aun contra la decisión de AMLO, corre el riesgo real de ser arrojado a la tercera posición en el estado ante el proselitismo diario y efectivo de López Obrador en cada mitin y en cada spot, importa poco el candidato, sólo hay que recordar el caso de Iztapalapa en el 2009…
5. Si el PRD decide no ir a las alianzas a pesar de que ya lo aprobó su dirigencia estatal y ya lo manifestó su líder nacional, la señal será otra, pero también favorable a AMLO, se entenderá que le tuvieron miedo…
6. Si ante la solicitud de licencia al PRD, de la que habla AMLO, la dirigencia decide expulsarlo por pedir el voto contra el PRD, lo colocan donde él quiere estar, en la posición de alguien a quien quieren impedirle que compita. Y si no lo expulsan de nuevo le muestran un respeto que a otros no le han mostrado...
Hasta aquí, las de Roy Campos son especulaciones, cierto, y todas se basan en el ajedrez que se juega en Edomex con vistas a una elección, la interna para ver quién abandera a la izquierda en las elecciones federales de 2012. Por el momento creo que no importa el resultado de los acontecimientos inmediatos, sino el hecho irrefutable de que un cadáver político les revivió a decenas de enterradores. Es lo malo de los pronósticos por consigna: suelen fallar.