domingo, noviembre 04, 2007

Unas calaveras



Mario Gálvez y Eduardo Holguín me siguen convidando de su Olla de grillos versión radio. A su pedido escribí estas calaveras; nada para apantallar a nadie, pero al menos creo que están bien medidas:

Mario Gálvez está entero
la muerte armó su intentona
pero él dijo “lero lero”
y pospuso a la pelona.

Ni madres, le dijo ella,
te mato porque te mato,
no quedará de ti huella,
pero te dejo otro rato.


Eduardo Holguín, el dragón,
el bussiness hunter estrella,
murió por ser un tragón
por echarse una paella.

“¿Por qué me castigas, flaca?”
le dijo, Holgín, el grandote
“Te mato yo, la calaca,
para hacerme un bisnesote”.


Memo Anaya, el senador
el compadre de Felipe
quiere ser gobernador
y que nadie lo destripe.

La parca lo paró en seco
le dijo calma, cuñado,
encuentra buen recoveco
para esconder lo informado.

Anaya dice no soy,
no soy nada, no soy eso,
al panteón mejor me voy
en vez de soñar más hueso.


El góber de nuestro estado
dio su informe y puso en charco
al delfín empanizado
le aludió perfil de narco.

Moreira Valdés, Humberto
madrugó tanto en Coahuila
que por eso ya está muerto
brindemos con un tequila.


Rebollo cree que es cultura
nuestra Paquita del barrio
no sabe que eso es tortura
es arte en pleno descarrio.

La muerte, la muy maldita
que no escucha el show del OTI
lo alejó de la Paquita
lo juntó con Pavarotti.


José Ángel Pérez escarba
escarba, escarba y no para
en vez de hacernos la barba
a todos nos ve la cara.

Que uno de esos pozos sea
catatumba de tus huesos
le dijo la muerte fea
por gastarte tantos pesos.


Madrazo en la maratón
si corre nadie lo alcanza
cómo no, si el muy cabrón
se las gasta pa’la transa.

La huesuda lo persigue
para enterrarlo en Berlín
pero Madrazo corre, y sigue
su delincuencia sin fin.


Es Felipe Calderón
el presidente en funciones
corto de pantalón
y de severas facciones.

La muerte con mucha furia
lo mandó hacia el camposanto
“Tu presidencia es espuria
y contigo no me espanto”.


Agustín Carstens, de hacienda
para comer necesita
que le compren una tienda
ta’cabrona esa pancita.

La muerte, que todo sabe
le calculó la medida
en la tumba no nos cabe
que mejor siga en la vida.


Vicente y Marta, los dos
hacen dupla de patanes
seguro estoy que los Fox
valen menos que los canes.

La maldad y la ignorancia
les castigó la calaca
pero es tanta su arrogancia
que el infierno huele a caca.