domingo, mayo 01, 2011

Antes del fin: El resumen de Sabato



Publiqué esta reseña en mi libro Tientos y mediciones (breve paseo por la reseña bibliográfica), UIA Laguna, Torreón, 2004. Poco antes había aparecido en un periódico de la Comarca Lagunera.

Antes del fin: El resumen de Sabato

Jaime Muñoz Vargas

El más reciente libro de Ernesto Sabato (Rojas, provincia de Buenos Aires, 1911) confirma lo que ecuménicamente ya se sabe: que el escritor argentino es un enorme pozo de sensibilidad, una enciclopedia capaz de enunciar su catarata de sabiduría con un puñado de sinceras palabras. Autor conocido sobre todo por sus novelas —El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abaddón el exterminador (1974)—, Sabato también es hacedor de enjundiosos ensayos donde ha dado fe de las preocupaciones que lo asuelan prácticamente desde que estrenó su razón. Tal es el caso de Hombres y engranajes (1951), El escritor y sus fantasmas (1963) y Apologías y rechazos (1979). Por su enorme calidad moral, en 1983 fue presidente de la Comisión Nacional de la Desaparición de Personas que concluyó en el famoso Nunca más (1985) también conocido como “Informe Sabato”, documento que testimonia la atrocidad genocida de la última dictadura argentina tan bien representada en México por Ricardo Miguel Cavallo, ex director del Renave y, antes que nada, ex torturador al servicio de aquellos Videlas y Galtieris de abominable memoria.
En Antes del fin, Sabato extrae del alma sus palabras epilogales. Lo hace con desgarramiento, con dolor, pero también con esperanza de que su testimonio sirva para evitar que la destrucción y la inhumanidad terminen por aniquilar todo lo que de vida quede sobre el globo. Íntimo pesimista, Sabato compulsa el tiempo que le ha tocado vivir y de allí saca su lección, una lección que dirige principalmente a los jóvenes, únicos depositarios, para él, de la esperanza salvadora. En un mundo cada vez más hostil a la solidaridad, el autor de El túnel encuentra en sus recuerdos ejemplos que a los lectores les pueden servir como manifestaciones de la brutalidad humana y, en el extremo opuesto, de la generosidad que él ha visto en los hombres sencillos, en los hombres de a pie.
Armado en tres partes, Antes del fin nos ofrece además unas “Palabras preliminares” y un “Epílogo”. En la parte inicial, “Primeros tiempos y grandes decisiones”, la memoria de Sabato deambula por su infancia y su adolescencia, por los miedos y las alegrías que alimentaron las horas en que se comenzó a calar como ser humano frente al complejo mundo. Da cuenta aquí de la manera cómo llegaron a él las revelaciones de las matemáticas y de la pintura. El escritor narra su fascinación por las ciencias exactas, una fascinación que lo llevó a concluir estudios de doctorado en Ciencias Físico-Matemáticas y que lo convirtió en promesa de esta disciplina, pero que al final abandonó por completo tras el llamado del arte y, sobre todo, tras su decepción científica.
Con dudas y sobresaltos abrazó la literatura y comenzó así la etapa que luego lo haría famoso. En medio de esta agitación entre la matemática y el arte, están asimismo su paso por la militancia comunista, su contacto con el surrealismo, su cercanía con el grupo literario de la revista Sur y su certeza de que el racionalismo y la tecnificación están acabando con la vida.
Libro sincerísimo y por ello desgarrador, Antes del fin es un hermoso documento confesional. Con prosa sencilla, madura, profundamente afincada en el mejor tono literario, Sabato nos rinde sus cuentas. Él no cree que su verdad pueda ser útil, pero la expresa convencido de que tal vez algún joven la lea y se convenza de luchar por hacer del mundo el espacio habitable que deben soñar los hombres verdaderamente humanos. Con dureza, dice Sabato:

Muchos cuestionan mi fe en los jóvenes porque los consideran destructivos y apáticos. Es natural que en medio de la catástrofe haya quienes intenten evadirse entregándose vertiginosamente al consumo de las drogas. Un problema los imbéciles pretenden que sea una cuestión policial, cuando es el resultado de la profunda crisis espiritual de nuestro tiempo (...) Yo reafirmo mi diaria confianza en ustedes. Son muchos los que en medio de la tempestad continúan luchando, ofreciendo su tiempo y hasta su propia vida por el otro. En las calles, en las cárceles, en las villas miseria, en los hospitales. Mostrándonos que, en estos tiempos de triunfalismos falsos, la verdadera resistencia es la que combate por valores que se consideran perdidos.

He allí el Sabato humanista, el Ernesto Sabato que en la hora de las cuentas deja su testamento espiritual, un testamento que sin átomo de duda muchos jóvenes deberían aceptar porque, como él dice, “el hombre sólo cabe en la utopía”. Por el bien de ellos, por el bien de todos.

Antes del fin, Ernesto Sabato, Seix Barral, México, 1998, 214 pp.