sábado, julio 13, 2019

Las letras como eje




















La hoja de vida breve de Lucila Navarrete Turrent describe una trayectoria rica en frutos. Torreonense, joven, es investigadora, docente y periodista cultural. Ha impartido clases en el Colegio de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en la Universidad de la Comunicación, la Universidad Iberoamericana Puebla y el Instituto Superior Intercultural Ayuuk. Es licenciada en Comunicación por la Ibero Torreón; maestra y doctora en Estudios Latinoamericanos por la UNAM en el campo literario. Ha realizado estancias de investigación en la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina sobre temas relacionados con autores de la tradición literaria cubana. Cuenta con diversas publicaciones en revistas arbitradas e indexadas, como Cuadernos Americanos, la Revista Surco Sur y Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica. Asimismo publica periódicamente para Casa del Tiempo y Cuadrivio. Actualmente se desempeña como profesora de asignatura del área de Humanidades de la Ibero Torreón.
A esta semblanza quiero añadir que fue mi alumna en la universidad, que hoy es mi amiga y —lo digo con orgullo— una colega de la que aprendo un buen cada vez que dialogamos. Debido a sus estudios de posgrado, Lucila se ausentó de La Laguna durante más de diez años, pero ahora que está de vuelta ha venido a sumar entre nosotros una voz que poco a poco se torna imprescindible. Agudísima crítica, tenaz buscadora de información y notable escritora, es además un ser humano sensible y propositivo, y una mujer con visión feminista de avanzada. Apenas a unos días de su retorno a Torreón, hecho que en esta semana cumple exactamente un año, se incorporó a la docencia en sus más diversas modalidades: como maestra universitaria y como instructora en cursos y talleres.
Según he podido percibir, el reencuentro con su tierra le ha permitido valorar y en muchos casos revalorar lo que somos, nuestra laguneridad, por llamarla de algún modo. Si uno, por cercanía profesional o afectiva sabe de las andanzas de Lucila en el año que va de julio de 2018 a julio de 2019, advertirá que ya fatigó en bicicleta toda La Laguna, que ya ascendió El Centinela, que ya presentó libros aquí y allá, que igual ya dio conferencias, se vinculó con colectivos y publicó en revistas, por lo que recién ganó el Premio Estatal de Periodismo. Lucila vino en suma a favorecernos con su alentador entusiasmo. Ojalá no lo pierda y nos lo siga contagiando.