sábado, diciembre 31, 2016

Libros para el año













Hay un sobrentendido. Cuando un encabezado dice “libros del año” debemos suponer que se refiere a libros del año en tal país, quizá a libros del año en tal idioma. Aun bajo esta delimitación, es inmenso el número de libros publicados durante doce meses en países como México, no se diga en España, Francia, Alemania o los EUA. Por eso toda lista de “libros del año” es un intento (agradecible, pero intento al fin) por destacar títulos que de alguna manera podemos ir visualizando para futuras incursiones a la librería.
La caudalosa producción editorial es la razón por la que casi todas las listas son disímiles. Aunque suelen tomar en cuenta sólo los libros de sellos famosos, no logran dar con los mismos títulos, y esto se debe a lo mismo: es mucho, muchísimo, lo que se publica. Si a eso sumamos la producción estatal, municipal, universitaria y “de autor”, el universo termina por ser apabullante. Basado en esta especulación, no suelo deprimirme cuando veo que en una lista asoman libros que no conozco. Insisto que es agradecible —no lo minusvaloro— el trabajo de medios y periodistas que intentan cribas de fin de año, pero tampoco me ato a la decepción si no hallo en sus enumerados algún libro de mi interés. Finalmente, uno como lector ya más o menos formado sabe por dónde corre al agua, en qué tipo de libros pondrá sus énfasis.
Como los otros, este año leí mucho, acaso más de lo proyectado, pero no necesariamente lo que quise. Fui, por chamba, jurado de cinco concursos (novela, crónica, poesía, reportaje y microficción), lo que me mantuvo pegado a libros inéditos, muchos de ellos harto estimables. Junto a esto, los libros que trabajé como editor y, al final, los que leí por gusto. La suma de todo me queda borrosa, y no quisiera repetir una experiencia similar, sino dar prioridad a la lectura hedónica.
En este sentido, quizá no sea mala idea pensar como no-lector que apetece serlo. Si usted no lo es pero prefigura en el arranque de año el propósito de leer más, no se martirice de antemano con una lista descomunal. Elija un libro por mes, uno solamente, trate de que sea bueno y váyase sin prisa. Junto con el gym, junto con la dieta, junto con la supervivencia, leer doce libros no es un mal propósito de año nuevo. Y suerte. Mucha salud y al menos doce libros para todos.